MANACOR, 27 de septiembre. En un preocupante suceso ocurrido en Manacor, Mallorca, la Policía Nacional ha detenido a tres individuos de origen marroquí, involucrados en una violenta riña que dejó a los implicados con lesiones. El incidente, que es objeto de investigación, ha sido catalogado como una pelea tumultuaria, provocando una serie de amenazas y agresiones con objetos contundentes entre los involucrados.

La situación se desató el pasado miércoles, cuando los servicios de emergencia recibieron una alerta sobre una posible pelea a gran escala en la comunidad. La llamada, que mencionaba la posibilidad de que se utilizaran objetos peligrosos, llevó a la intervención inmediata de las autoridades para controlar la situación.

Al principio, los agentes de policía no lograron localizar a los sospechosos en la zona, pero poco después fueron abordados por una de las personas implicadas. Este hombre, residente en un albergue local, denunció que días antes había sido víctima de un robo por parte de otros dos hombres que también vivían en el mismo centro. Al encontrarse con ellos en la calle, decidió confrontarlos.

Según su relato, lo que comenzó como una discusión verbal rápidamente se tornó en agresión física, con puñetazos y empujones. En un intento por defenderse, el hombre tomó un palo, mientras que sus oponentes armados con un cuchillo y una cadena, escalaron la violencia de la confrontación. Este reclamo de justicia personal parece haber dado lugar a una riña mayor, donde todos estaban armados.

Después de escuchar su testimonio, los agentes llevaron al hombre al parque, buscando algún rastro de los objetos que se habían utilizado en la pelea antes de llevarlo a recibir atención médica. En el lugar, varios testigos aportaron videos que documentaron la disputa, revelando cómo el hombre atacado dirigía una cadena hacia sus oponentes, generando un clima de hostilidad y amenazante, mientras se daban golpes con los otros hombres.

Los clips mostraban que la violencia fue mutua; los dos antagonistas también intentaban defenderse con una cadena y un palo, lo que derivó en una pelea caótica. Para añadir más complejidad al relato, otros testigos en el albergue informaron que el hombre que inició el enfrentamiento parecía ser el agresor titular, contraviniendo la versión inicial.

Con base en este nuevo contexto, los agentes de la Policía Nacional optaron por proceder con la detención del primer hombre como principal sospechoso de riña, lesiones y amenazas. Aun cuando los otros dos protagonistas de la pelea no se encontraban en el albergue, ya que habían manifestado a los trabajadores del centro que había dificultades en la calle, las autoridades no tardaron en dar con ellos.

Poco tiempo después, los otros dos hombres fueron localizados y arrestados bajo los mismos cargos de riña tumultuaria, lesiones y amenazas. Además, al momento de su arresto, se descubrió que existía una reclamación judicial en su contra desde un tribunal de la Península, sumando otra capa de serios problemas legales a su situación. Este incidente resalta la complejidad de la violencia y sus repercusiones en las comunidades vulnerables.