En un importante desarrollo en la lucha contra el crimen en Mallorca, la Guardia Civil ha llevado a cabo la detención de cinco individuos, cuatro de ellos de nacionalidad española y uno marroquí, en relación con una serie de robos en domicilios. Tres de los detenidos ya se encuentran tras las rejas, tras ser acusados de diversas infracciones penales.

La operación, conocida como Espartbal, se centró en desarticular un grupo delictivo especializado en robos con violencia en varias localidades de la isla. Las acusaciones contra estos individuos no se limitan solo a los robos, sino que también incluyen cargos por pertenencia a una organización criminal y tráfico de drogas, lo que evidencia la gravedad de sus acciones.

La investigación se activó en mayo, tras un robo audaz en una vivienda de Esporles, donde los delincuentes sustrajeron tanto efectos personales como armas de fuego. Este episodio fue el punto de partida que permitió a las autoridades conectar otros robos ocurridos en distintos municipios, como Inca, Algaida, y Manacor, todos perpetrados con un modus operandi similar.

A lo largo de la indagación, se descubrió que los sospechosos realizaban tareas de vigilancia en los domicilios, planificando los asaltos para cuando los propietarios se ausentaban por motivos laborales, lo cual les daba un margen de tiempo considerable para cometer sus fechorías.

El miércoles 17 de septiembre marcó el inicio de la fase activa de esta operación. Ese día, se llevaron a cabo cuatro registros en viviendas ubicadas en Palma y Campos, que culminaron con la captura de los cinco miembros del grupo delictivo.

Durante estos operativos, las autoridades lograron recuperar un arsenal que incluía cuatro escopetas, seis carabinas y cuatro pistolas de aire comprimido, así como una serie de objetos de valor como joyas, relojes y gadgets electrónicos, muchos de los cuales ya han sido devueltos a sus propietarios legítimos.

El viernes pasado, los detenidos fueron presentados ante la autoridad judicial, que decidió que tres de ellos debían permanecer en prisión, subrayando la seriedad de las acusaciones y la necesidad de tomar medidas firmes para garantizar la seguridad en la comunidad.