Expertos alertan: Baleares podría convertirse en un desierto al estilo de Atacama para 2100 por el cambio climático.
PALMA, 28 de noviembre.
En un preocupante informe, Maria del Carme Garau, jefa de servicio de Producción Vegetal del Instituto de Investigación y Formación Agroalimentaria y Pesquera de Baleares (Irfap), ha señalado que, en el peor de los escenarios provocados por el cambio climático, el clima de las Islas Baleares podría asemejarse al del árido desierto de Atacama para el año 2100.
La especialista, quien cuenta con un doctorado en Ingeniería Agrónoma, realizó estas afirmaciones durante su intervención en la Comisión no Permanente de los Efectos del Cambio Climático sobre la Agricultura, la Ganadería y la Pesca, que tuvo lugar el pasado jueves en el Parlament.
Garau concurrió a la sede del Parlamento para compartir detalles acerca de los proyectos que el Irfap está llevando a cabo, destinados a preparar la agricultura balear ante los ineludibles cambios climáticos que enfrentarán en los próximos años.
Durante su presentación, expuso los diversos escenarios que el archipiélago podría afrontar en el transcurso del siglo, dependiendo de la trayectoria que tome el cambio climático.
La experta indicó que la comunidad científica está trabajando con cuatro posibles escenarios de cambio climático. En el caso específico de Baleares, estos escenarios fluctuaban desde 421 partes por millón (ppm) de CO2 en la atmósfera, que correspondería al escenario más optimista, hasta 936 ppm en el más pesimista.
Este aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero resultaría en un incremento de las temperaturas máximas medias anuales, que actualmente se sitúan en 23ºC. Si se materializa el escenario pesimista mencionado, las temperaturas máximas podrían ascender hasta los 26,4ºC.
Otro factor crítico mencionado por Garau es el de la pluviometría, que actualmente se encuentra en 1,25 mm de lluvia por día. De continuar esta tendencia, para 2100 se podría reducir a solo 0,82 mm diarios.
Estos cambios significarían que Baleares experimentaría una transformación climática drástica, acercándose a condiciones similares a las del desierto del Karoo, el desierto de Sonora o el mismo desierto de Atacama, con una transición de su actual clima mediterráneo a uno árido entre los años 2050 y 2100.
Ante esta alarmante proyección, Garau enfatizó la urgente necesidad de adaptar los cultivos a las nuevas condiciones climáticas. Esto implica seleccionar variedades que demanden menos agua y menos horas de frío —por debajo de los 7,2ºC— para su floración, así como mayor resistencia a periodos de sequía prolongados. En esta línea, el equipo del Irfap está trabajando en múltiples proyectos para abordar estos desafíos.
((Habrá ampliación))
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