En un reciente suceso que ha capturado la atención en la capital balear, la Policía Local de Palma ha procedido a la detención de un joven argelino de 18 años en relación con un intento de robo. Este incidente, que se desarrolló el pasado sábado en la plaza de Sant Antoni, comenzó tras la recepción de una alerta que señalaba la presencia de una persona sospechosa.

Al llegar al lugar de los hechos, las autoridades identificaron al joven, cuyas características físicas coincidían con la descripción proporcionada por la llamada que alertó a la policía. En el transcurso de la intervención, los agentes pidieron al individuo que presentara su identificación. Sin embargo, el joven afirmó que no contaba con su documentación y proporcionó información contradictoria sobre su lugar de residencia.

A medida que la situación avanzaba, el joven intentó utilizar su teléfono móvil para verificar su identidad, pero señaló que no recordaba el patrón de desbloqueo. En un giro inesperado, también presentó un segundo dispositivo móvil que había dejado en una tienda cercana. Los agentes lograron confirmar su identidad utilizando una imagen del pasaporte que estaba almacenada en el teléfono.

La situación se volvió más tensa cuando las autoridades comenzaron a interrogarlo sobre los objetos que llevaba consigo. En ese momento, el joven alteró su comportamiento, levantando la voz y profiriendo insultos a los agentes. En un acto inesperado, él mismo se dirigió a un vehículo policial, solicitando su arresto.

Posteriormente, el joven interrumpió el tráfico al irrumpir en la calzada, llegando incluso a tumbarse frente a un coche en movimiento, lo que supuso un grave riesgo tanto para su seguridad como para la de otros transeúntes. La policía, haciendo frente a su conducta agresiva y a su negativa a acatar las órdenes, finalmente decidió arrestarlo por un presunto delito de desobediencia grave.

El joven fue llevado a las instalaciones policiales, donde solicitó la ayuda de un intérprete de árabe, aunque durante la mayor parte de la intervención la comunicación se había llevado a cabo sin problemas en castellano. Tras confirmar su identidad y tomar su declaración, las autoridades decidieron liberarlo, informándole de su obligación de presentarse ante un juez cuando así se le cite.