PALMA, 10 de julio. Las playas de Cala Mayor, Can Pere Antoni y Playa de Palma han sido cerradas al acceso por parte de los bañistas tras las intensas lluvias que azotaron la capital el pasado jueves. La fuerte tormenta provocó que una gran cantidad de aguas residuales fluyera hacia el mar mediante los torrentes locales, lo que generó la necesidad de anticiparse a cualquier posible riesgo para la salud pública.

Según lo informado por representantes del Ayuntamiento, esta medida es parte de un protocolo estándar adoptado en situaciones de lluvia intensa. Aseguraron que se están realizando pruebas para evaluar la calidad del agua y que los resultados estarán disponibles este viernes. Cabe destacar que no hay indicios de que haya ocurrido un vertido tóxico o contaminante en la zona.

Actualmente, en Cala Mayor y Can Pere Antoni ondea la bandera roja, lo que indica que el baño está prohibido. Mientras tanto, Playa de Palma se mantiene abierta, aunque con una restricción clara para bañistas. En Ciudad Jardín, la situación se señala con una bandera amarilla, advirtiendo sobre la precaución que se debe tener al ingresar al agua.