PALMA, 6 de octubre. En un giro preocupante de los acontecimientos, la activista mallorquina Reyes Rigo, integrante de la Global Sumud Flotilla, ha sido detenida por las autoridades israelíes tras un incidente en el que se le acusa de haber mordido a una funcionaria durante un examen médico en la prisión de Ktziot.

La familia de Rigo, junto con Jesús Jurado, portavoz de Podemos Baleares, ha confirmado su arresto, generando una ola de apoyo y protestas en las redes sociales. “Pedimos la liberación inmediata de Reyes Rigo. Se encuentra retenida por un régimen que criminaliza a quienes luchan por la paz. Exigimos a las autoridades españolas que actúen ya para poner fin a esta injusticia”, publicó Jurado en su cuenta oficial de la plataforma X.

En un llamado urgente a la acción, Carlota Oliver, familiar de la activista, ha denunciado la situación y ha instado al Gobierno español a tomar medidas decisivas para asegurar el retorno seguro de Rigo a casa.

Por su parte, la Policía israelí ha anunciado en sus redes sociales que el arresto de Rigo ha sido prolongado, después de que fuera trasladada a una comisaría en Segev Shalom para ser interrogada en relación con la supuesta agresión. La información oficial señala que la funcionaria de la prisión habría sufrido lesiones menores.

Los hechos se produjeron el pasado domingo, y forman parte de un episodio más amplio que involucra a 49 ciudadanos españoles que viajaban con la Global Sumud Flotilla. Un primer grupo de 21 logró regresar a España después de ser deportado, mientras que se esperaba que el resto de los pasajeros regresara, evento que finalmente no se concretó en su totalidad.

El delegado del Gobierno en Baleares ha confirmado que cinco ciudadanos más de las Islas Baleares, que aún permanecían en Israel, están programados para regresar a España este mismo lunes. Entre ellos se encuentran la concejala de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz, y la activista Alejandra Martínez.

De los ocho ciudadanos baleares que formaban parte de la Flotilla —tres de Mallorca, dos de Ibiza, dos de Menorca y uno de Formentera—, dos ya han regresado al país en este primer grupo. La situación de Reyes Rigo sigue siendo una preocupación crucial para sus seres queridos y para los defensores de derechos humanos en general.