En un gesto de solidaridad, Mercadona ha donado un total de 20 toneladas de productos de primera necesidad al Banco de Alimentos de Mallorca, sumándose a las 16 toneladas entregadas anteriormente este año. Esta iniciativa se enmarca en la colaboración anual entre ambas entidades, según ha informado la compañía en un comunicado de prensa.

Esta donación responde a las necesidades específicas del Banco de Alimentos, que establece qué productos requiere en cada momento para atender de manera eficiente a los usuarios que lo necesitan. En esta ocasión, se han solicitado alimentos como pasta, arroz, tomate frito, galletas, atún, azúcar, así como productos infantiles como potitos y pañales.

El presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Mallorca, Raimundo de Montis, ha agradecido a Mercadona su generosa contribución y ha destacado la excelente relación que mantienen desde hace años, así como su participación en campañas de recogida de alimentos.

Esta acción solidaria se suma a las 16 toneladas de alimentos donadas anteriormente este año a través de la Gran Recogida y la Operación Kilo, en las que los clientes de Mercadona mostraron su solidaridad aportando donaciones monetarias que se transformaron en productos básicos para el Banco de Alimentos.

La directora de Relaciones Externas de Mercadona en Mallorca, Ester Coll, ha expresado que la compañía busca contribuir a la labor encomiable que realiza el Banco de Alimentos en beneficio de la sociedad mallorquina.

En lo que va de año, Mercadona ha donado un total de 455 toneladas de alimentos en Baleares a más de 30 entidades benéficas, mostrando su compromiso social con la comunidad. Además de esta colaboración con el Banco de Alimentos, la compañía distribuye productos frescos diariamente a otras entidades benéficas en la isla.

Esta práctica solidaria se inició hace más de una década y se ha extendido a todas las tiendas de Mercadona en la isla. Las entidades receptoras reciben alimentos frescos como frutas, verduras, lácteos, carne y pescado que, si bien no son aptos para la venta, son seguros para el consumo.

Entre las organizaciones beneficiadas se encuentran comedores sociales como Sor Isabel Bonnín, Can Gazà o Tardor, entidades de reparto como Cáritas, Fundación Barceló o Mallorca Sense Fam, así como organizaciones como Proyecto Hombre, Prodis o Aldaba, que buscan no solo alimentar a sus usuarios, sino también promover su autonomía.