La huelga indefinida de empleados de la Fundación para la Dependencia cuenta con un respaldo del 90%.

Trabajadores de la Fundación para la Dependencia han comenzado una huelga indefinida reclamando mejoras en las condiciones laborales y una equiparación salarial con sus colegas contratados directamente por la administración. La movilización, que se ha iniciado con un seguimiento del 85 al 90 por ciento entre los 850 empleados de diversos centros en Mallorca e Ibiza, señala el descontento generalizado entre el personal.
La primera acción de protesta tuvo lugar frente a la sede de la Conselleria de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia en Palma, donde alrededor de cien manifestantes se congregaron para expresar sus quejas. Marina Martínez, presidenta del comité intercentros, ha informado que entre el personal que ha acudido a cubrir los servicios mínimos también ha habido un notable apoyo hacia las reivindicaciones.
Martínez enfatiza que la situación actual es insostenible: “Hemos alcanzado un punto en el que los trabajadores han decidido que ya es suficiente". Ha resaltado que, a pesar de mantener el contacto con la administración autonómica, no están dispuestos a continuar en esta situación. "Decimos basta", subrayó contundente.
Las quejas más importantes están centradas en la necesidad de mejorar sus condiciones laborales y en ajustar los salarios a los niveles que perciben los trabajadores que están directamente contratados por el gobierno, quienes ganan entre 200 y 500 euros más al mes, según la categoría laboral. “Estamos recibiendo sueldos muy inferiores a los que realizan tareas similares, sin contar las diferencias en la carrera profesional,” añadió.
Durante la concentración, que tuvo lugar entre las 11:00 y las 12:00 horas, los manifestantes hicieron uso de pancartas con mensajes como “Se vende el trabajo digno #GOIB” y “Somos esenciales pero seguimos invisibles”. Además, se han programado otras acciones en diferentes localidades, incluida una convocatoria en el Centre Base de Ibiza.
Por su parte, Isabel García, presidenta del comité de la residencia centro de día Son Güells, ha señalado que la falta de personal es uno de los mayores obstáculos para ofrecer un servicio de calidad. “Un modelo ‘centrado en la persona’ requiere estabilidad. Necesitamos que los trabajadores estén consolidados para poder ofrecer una atención adecuada a los residentes”, argumentó.
A pesar de que la problemática es más notoria en Ibiza, donde hay numerosas plazas vacantes, la escasez de personal se siente también en otros centros de la Fundación. “Aunque hoy estamos operando con servicios mínimos, la realidad es que siempre estamos en niveles de personal insuficiente, por lo que no hay diferencia”, concluyó García.
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