IBIZA, 20 de noviembre.

La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha emitido un alarmante aviso sobre la crítica situación que se vive en Formentera, donde una dotación de tan solo 28 guardias civiles ha estado al frente de la llegada de más de 2.000 inmigrantes en lo que va del año.

De acuerdo con las estadísticas más recientes, el archipiélago balear ha experimentado un asombroso aumento del 115 por ciento en el número de inmigrantes interceptados, pasando de 2.278 en 2023 a 4.897 en 2024. Asimismo, el número de embarcaciones que han arribado a sus costas también ha crecido considerablemente, con un incremento del 132 por ciento, elevándose de 128 a 297, tal como ha detallado Jucil en su comunicado.

La asociación ha expresado su preocupación ante lo que han calificado como una "crisis migratoria sin precedentes" en Baleares, especialmente en Formentera. Los representantes de Jucil han señalado que los guardias civiles en la isla se encuentran completamente desbordados y se ven obligados a lidiar con mafias que operan con una desfachatez y violencia crecientes. "Es imperativo aumentar el número de efectivos y establecer una base del Servicio Marítimo que garantice la seguridad, tanto de los migrantes como de los propios agentes y los ciudadanos locales", afirmaron con urgencia.

Entre otros datos alarmantes, Jucil ha indicado que en las últimas 48 horas se han interceptado 203 inmigrantes provenientes de cuatro nuevas pateras. Estas cifras refuerzan la posición del archipiélago como un punto de entrada clave para personas de origen magrebí, subsahariano y, más recientemente, de áreas tan distantes como Pakistán y Siria.

La asociación destacó que la falta de personal en Formentera resulta en una gestión ineficaz de la crisis, donde apenas uno o dos agentes son responsables de supervisar a más de un centenar de migrantes en instalaciones portuarias improvisadas mientras organizan su traslado hacia Ibiza. Reiteraron que las cifras son un claro indicativo de que la ruta desde Argelia hacia Formentera se ha consolidado como una opción viable para quienes buscan un nuevo hogar.

Jucil enfatizó que la problemática no se limita únicamente a Formentera, ya que la escasez de efectivos para localizar, identificar, custodiar y trasladar a los migrantes también afecta a Ibiza. Esto ha llevado a que los agentes de seguridad deban abandonar sus labores y centrarse exclusivamente en el flujo migratorio, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana en ambas islas.

La asociación ha reclamado un refuerzo inmediato de personal destinado a Formentera y en el resto de las Baleares para hacer frente a esta crisis de forma eficaz. Además, ha propuesto la creación de una base del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Formentera y ha sugerido que se implementen incentivos económicos para facilitar la atracción de efectivos a estas áreas críticas.

Finalmente, Jucil ha subrayado la necesidad de una coordinación más robusta, tanto a nivel nacional como europeo, para abordar las raíces de esta crisis migratoria y trabajar en soluciones efectivas que respeten los derechos humanos y la dignidad de todas las personas involucradas.