En una sesión reciente en el Senado, el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, puso de manifiesto la creciente implicación de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) en la crisis migratoria que afecta la ruta entre Baleares y Argelia. Rodríguez criticó duramente a los partidos de la oposición, PP y Vox, por promover la noción errónea de que es posible establecer una frontera en el Mar Mediterráneo que permita la devolución de los migrantes a sus países de origen.

Durante su intervención en la Comisión Mixta sobre Insularidad, el delegado enfatizó que las afirmaciones del PP y Vox carecen de fundamento. Aseguró que la administración central sí está solicitando el apoyo de Frontex para fortalecer los esfuerzos en esta crítica zona de tránsito, desmintiendo cualquier insinuación de inacción por parte del Gobierno.

Rodríguez también reveló que en noviembre de 2024 se planteó al Gobierno balear, liderado por Marga Prohens, que se ampliara la presencia de Frontex en el Mediterráneo occidental. Desde febrero de 2025, estos planes se han concretado, intensificando la labor de la agencia en el área balear.

Reiteró que la idea de que Frontex pueda equivaler a una frontera que impida la llegada de pateras es una falacia. Según él, la misión de la agencia es proporcionar apoyo a los Estados miembros de la Unión Europea en lugar de crear barreras ineficaces para una cuestión humanitaria tan compleja.

Finalmente, Rodríguez argumentó que las embarcaciones que recorren esta peligrosa ruta suelen medir alrededor de seis metros y son sustancialmente más difíciles de rastrear en comparación con las grandes embarcaciones que surcan otras rutas, como la canaria. Esta realidad subraya la necesidad de un enfoque coordinado y solidario dentro de la Unión Europea para abordar la crisis migratoria de manera efectiva y humana.