En un significativo operativo llevado a cabo el pasado viernes 17 de enero, la Policía Nacional detuvo a tres individuos de nacionalidad española, de 38, 44 y 51 años, en la ciudad de Palma, bajo la acusación de haber perpetrado un robo en un bar local. Uno de estos arrestados también está vinculado a un atraco en un supermercado, lo que añade un matiz más preocupante a la situación delictiva en la zona.

La información oficial proporcionada por la Policía Nacional señala que los hechos en cuestión comenzaron a desarrollarse en la calle Aragón, donde varios vecinos se alarmaron tras escuchar un estruendo considerable proveniente del establecimiento. Curiosos, se asomaron para observar cómo los sospechosos ingresaban de manera forzada al bar, lo que motivó a la comunidad a alertar a las autoridades.

Los agentes llegaron rápidamente al lugar y se encontraron con un grupo de vecinos frente al bar, que presentaba signos evidentes de haber sido forzado: la verja metálica estaba abierta y la vitrinas de cristal, rotas. La escena interna del bar revelaba un total desorden, además de la evidente falta de la caja registradora, lo que hizo evidente que se trataba de un robo consumado.

Inmediatamente, varias patrullas policiales iniciaron un rastreo por las calles aledañas en busca de los sospechosos. Finalmente, lograron dar con ellos en las proximidades, donde uno de los hombres intentó ocultarse detrás de una farola, mientras que los otros dos intentaban escapar de la zona. El operativo dio frutos al descubrir la caja registradora escondida entre dos vehículos, junto con una serie de herramientas, monedas y otros objetos pertenecientes al bar.

Una vez trasladados a las instalaciones policiales, los agentes de la comisaría del Distrito Centro lograron identificar a uno de los detenidos, el varón de 51 años, como el presunto autor de un atraco ocurrido en un supermercado de la barriada de Pere Garau. Este incidente se remontaba al 13 de enero, apenas cuatro días antes del robo en el bar de la calle Aragón.

Los detalles del atraco están rodeados de tensión, ya que se cuenta que el individuo ingresó al supermercado y se apoderó de una botella de licor, la cual escondió entre sus ropas. Cuando intentó abandonar el establecimiento sin abonar el producto, fue interceptado por empleados que le exigieron que pagara. En un acto de intimidación, el hombre expresó: "Dejadme ir, tengo una cosa en el bolsillo que no puedo sacar aquí y no os va a gustar", mientras mostraba un cuchillo de grandes dimensiones. Este gesto llevó a los trabajadores a permitirle la salida para proteger su integridad.

Este hombre fue finalmente identificado gracias a las descripciones proporcionadas por los empleados. En consecuencia, la Policía le imputó el delito de robo con violencia. Con un largo historial delictivo que incluye cerca de 25 antecedentes, fue puesto a disposición judicial y, tras los trámites pertinentes, se dictó su ingreso en prisión.