
El mes de agosto ha dejado una impronta inconfundible en las Baleares, con temperaturas que superaron el promedio y un déficit de lluvia notable, según los informes recientes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Durante el mes pasado, el archipiélago experimentó una media de 26,5 grados centígrados, presentando una anomalía de 1,2 ºC con respecto a lo habitual. Este agosto se clasifica como el octavo más cálido desde que comenzaron a documentarse las temperaturas en 1961, empatado con el caluroso agosto de 2017.
En detalle, Mallorca registró una media de 26,5 ºC, con una anomalía de 1,4 ºC, mientras que Ibiza alcanzó una media de 26,9 ºC y una anomalía de 1,2 ºC. Menorca y Formentera también vivieron un agosto cálido, con medias de 26 ºC y 27,6 ºC, respectivamente, aunque sus anomalías se mantuvieron más moderadas.
El archipiélago vivió dos olas de calor significativas entre principios y mediados de agosto, con Palma alcanzando los 41,5 ºC y otras localidades como Sant Joan de Labritja y Llucmajor superando los 40 ºC. En Menorca, las temperaturas máximas se limitaron a 36,9 ºC en Ciutadella.
Las cifras son aún más sorprendentes si nos fijamos en el interior de Mallorca. En Binissalem, por ejemplo, los días con temperaturas superiores a 35 ºC casi se duplicaron, alcanzando los 14 días frente a la norma de ocho. Sineu e Llucmajor también superaron con creces la media habitual, lo que indica un verano inusualmente caluroso en la región.
Además, el impacto de las noches tropicales fue palpable, con varias estaciones registrando hasta tres veces más noches tórridas de lo normal. En el caso de Palma Porto, se contabilizaron 13 noches de esta especie, superando por mucho la media habitual.
En lo que respecta a las lluvias, el informe de la Aemet señala que agosto fue ligeramente seco, con una precipitación promedio de 13,5 litros por metro cuadrado, un 33% menos que lo habitual. Sin embargo, la situación varía entre las diferentes islas.
Menorca, por ejemplo, se destacó como la excepción al ser un mes húmedo con 28,3 l/m2, superando en un 67% su media. En contrastación, tanto Formentera como Ibiza tuvieron meses muy secos, con precipitaciones de 1,6 l/m2 y 1,1 l/m2 respectivamente, representando caídas drásticas respecto a lo normal.
Aunque Mallorca también tuvo un mes un tanto seco con 13,1 l/m2, algunas zonas del este y nordeste de la isla experimentaron un clima excepcionalmente húmedo. En cuanto a tormentas, Mallorca vio tres días de actividad, mientras Menorca tuvo dos, dejando al resto del archipiélago sin ninguna.
En términos de viento, el mes se mantuvo dentro de los parámetros normales, aunque algunos aeropuertos registraron días de viento fuerte. En el aeropuerto de Menorca, por ejemplo, la velocidad alcanzó los 65 km/h, mientras que en el Far de Capdepera se dieron rachas de hasta 91 km/h.
Finalmente, los mares también mostraron su fuerza con olas que superaron los tres metros en algunas áreas, como fue el caso en la boya de Maó. Sin duda, este agosto se inscribe en la memoria colectiva de los baleares como uno de los meses más extremos de la memoria reciente.
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