
PALMA, 22 Sep. - El exjuez Manuel Penalva ha expresado su temor ante el procedimiento que ha llevado al juicio contra los investigadores del caso Cursach, afirmando que está "condenado a vivir con miedo". En su intervención final, ha hecho un pedido contundente: "si un día aparece muerto, que se investigue".
Penalva fue el primero en tomar la palabra durante la última sesión del juicio contra él, el fiscal Miguel Ángel Subirán y los agentes de la Unidad de Blanqueo.
El antiguo juez ha revelado que ha tenido que tomar múltiples medidas de seguridad tanto activas como pasivas. "No es agradable tener que llevar un arma", ha señalado.
Además, Penalva ha defendido su labor en la instrucción del caso Cursach, aunque reconoció que podría haberse hecho mejor. Enfatizó en que nunca coaccionó ni amenazó a nadie y declaró: "Es poco creíble que todo lo hayamos hecho mal".
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