El exjuez Manuel Penalva ha defendido la decisión de decretar la prisión provisional del empresario Antonio Roig y del funcionario Miguel Ángel Femenía en el caso ORA, debido a que, según él, "los indicios de culpabilidad eran abrumadores" en la asignación del concurso. La sesión del juicio contra los investigadores del caso Cursach continuó el día viernes 23 de junio en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, donde el exjuez fue interrogado por las acusaciones y su defensa.

Penalva ha reiterado cómo las detenciones de una docena de funcionarios fueron necesarias en el ámbito policial para evitar que los arrestados se comunicaran entre sí. Además, ha afirmado que la mesa de contratación ocultaba actas, que el CIF de Roig no debía presentarse al concurso debido a sus deudas con el Ayuntamiento y que las actas de la Junta de Gobierno eran irregulares. Incluso, una testigo declaró que nunca había visto algo tan irregular en sus 20 años de carrera.

El exjuez ha seguido justificando la prisión de Roig y Femenia, señalando que había un riesgo de ocultación, manipulación o destrucción de pruebas, además de los indicios de culpabilidad del caso ORA. También desmintió las acusaciones de que se presionaba a los testigos, y que se les ofrecía pasar de imputados a testigos en función de lo que declararan. Por último, añadió que la prisión era justificada, y que incluso podría haberse prolongado si hubieran investigado más, debido a que Roig, Femenia y Gijón formaban un triángulo sospechoso.