
PALMA, 18 de junio. Mientras avanza la búsqueda de Ángela Silva da Souza, desaparecida en el mar junto a su pareja, los equipos de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo continúan trabajando incansablemente. Las operaciones se desarrollan desde el sur de la isla de sa Dragonera hasta la bahía de Palma, abarcando una amplia franja del litoral.
Según fuentes cercanas a la investigación, los recursos marítimos están llevando a cabo un meticuloso rastreo de la zona, en ocasiones apoyados por unidades aéreas. Se centran en el área donde fue encontrada la embarcación sin tripulantes y el lugar en el que se recuperó el cuerpo sin vida del hombre días después.
Los investigadores consideran la posibilidad de que, al igual que ocurrió con el varón, Ángela pudiera haber sido arrastrada por las corrientes marinas hacia la bahía, quedando encallada en algún punto de la zona. Sin embargo, no se descartan otras posibilidades en el marco de la investigación en curso.
La pareja navegaba en una lancha motora llamada Zaragall, modelo Sea Ray 270 Sundancer de 27 pies, que zarpa desde Port Adriano la tarde del sábado 7 de junio. Desde entonces, se perdió su rastro hasta el hallazgo de la embarcación a la deriva, encontrado alrededor de las 18:00 del lunes, a una milla de la isla de sa Dragonera.
El cuerpo de Juan Herrera fue localizado el miércoles 10 de junio, flotando en la bahía de Palma, a aproximadamente cuatro millas del faro de Cala Figuera. El hallazgo se produjo alrededor de las 14:30, y tras su recuperación, fue trasladado al puerto de Santa Ponça, donde posteriormente fue llevado al Instituto de Medicina Legal para la realización de una autopsia. Los resultados de este examen aún no han sido divulgados, dejando abierta la incertidumbre sobre las causas de su fallecimiento.
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