24h Baleares.

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Greenpeace alerta sobre la amenaza del cambio climático: las playas de Baleares podrían perder hasta 30 metros de ancho.

Greenpeace alerta sobre la amenaza del cambio climático: las playas de Baleares podrían perder hasta 30 metros de ancho.

La organización ecologista Greenpeace ha manifestado su preocupación por la política del Govern balear, argumentando que esta ha permitido la "desregulación" de las normativas ambientales y la aceptación de construcciones de viviendas. Esta crítica surge en el contexto de un alarmante informe titulado “Destrucción a toda costa 2025”, que evalúa los efectos del urbanismo y el cambio climático en las costas del archipiélago.

Según el documento, se estima que el cambio climático provocará un significativo retroceso en las playas de Baleares, llegando hasta los 30 metros en algunas zonas. Este fenómeno es el resultado del aumento proyectado del nivel del mar, que podría ascender más de 30 centímetros para el año 2050, un cambio que ya se ha visto acelerado por el incremento de la temperatura del agua, la cual ha subido 1,6 grados en las últimas cuatro décadas.

El informe destaca que las áreas más vulnerables a la inundación permanente son principalmente aquellas que albergan humedales y zonas urbanizadas, como el Parque Natural de S'Albufera y la Reserva Natural de S'Albufereta, así como las playas y zonas cercanas a torrentes. Estos lugares son los que enfrentan los mayores riesgos tanto por el aumento del nivel del mar como por eventos climáticos extremos.

La lista de playas que se verán afectadas es extensa, con Mallorca siendo una de las más perjudicadas. Entre las playas que sufrirán inundaciones permanentes se encuentran Es Trenc, playa de Alcúdia y cala Mitjana, entre muchas otras. Menorca también enfrentará severos impactos en lugares como S'Albufera des Grau y cala Santandria, mientras que Ibiza y Formentera no se quedarán atrás, con playas como Es Codolar y Ses Illetes en la lista de las más amenazadas.

Ante esta difícil situación, Greenpeace ha instado a las autoridades a reconsiderar su enfoque sobre el turismo, señalando que el Govern continúa promoviendo proyectos turísticos y legalizando viviendas en situación irregular a pesar de la evidente saturación del sector. La organización acusa a la administración de ignorar los serios desafíos impuestos por el cambio climático.

Además, han denunciado que, bajo la justificación de fomentar el turismo de lujo, se está favoreciendo la construcción en primera línea de playa, lo que agrava aún más la presión sobre los recursos naturales y la sostenibilidad del entorno. Según Greenpeace, la reciente flexibilización de las normas ambientales solo facilita un crecimiento urbanístico que resulta "insostenible".

Por último, la preocupación no se limita a la tierra, ya que la saturación del turismo también afecta al mar. Greenpeace ha advertido sobre el incremento en la matrícula de embarcaciones de recreo, lo que está causando un impacto negativo en los ecosistemas marinos, en particular en las praderas de posidonia oceánica, un hábitat crucial para la biodiversidad del Mediterráneo.