
PALMA, 25 de julio. La situación en el aeropuerto de Palma se torna crítica con la reciente concentración de trabajadores del sector aéreo, quienes han alzado su voz para exigir medidas que pongan fin a la precariedad laboral que enfrentan desde hace tiempo. La manifestación revela un fuerte descontento por el "silencio" del Govern y de Aena ante sus demandas legítimas.
La protesta reunió entre 60 y 70 representantes de UGT, uniendo a trabajadores de todas las áreas operativas y compañías presentes en el aeródromo de Son Sant Joan. Este esfuerzo solidario refleja la creciente necesidad de transformar las condiciones laborales en el sector.
José Antonio Negreira, encargado del Sector Aéreo de UGT Baleares, destacó la importancia de la movilización, que tuvo lugar de 08:00 a 12:00 horas. Subrayó la relevancia de la convocatoria un viernes, a pesar de las adversas condiciones climáticas que llevaron a muchos trabajadores a permanecer en sus puestos durante la protesta.
Los manifestantes esperan que en "dos o tres días laborables" puedan obtener una respuesta por parte del Govern y de Aena, instituciones que, según Negreira, han optado por no responder a sus solicitudes hasta la fecha. “Ni el Govern ni Aena se han manifestado”, lamentó, enfatizando que la intención de los empleados es encontrar una solución que evite la necesidad de futuras movilizaciones. “La gente no puede vivir con dos sueldos y esta precariedad”, afirmó.
Entre las peticiones de UGT se encuentra la creación de una mesa de diálogo compuesta por Aena, el Govern y los representantes de los trabajadores. Esta mesa busca establecer acuerdos que aborden los "atropellos" que sufren las plantillas en su día a día laboral.
El sindicato también hizo hincapié en el incumplimiento de derechos laborales por parte de las empresas operativas en Son Sant Joan, quienes programan turnos de trabajo “inhumanos”, dificultando la conciliación familiar y promoviendo contratos de menos de 30 horas mientras imponen horas extras sin la debida supervisión.
Los trabajadores exigen que se gestionen adecuadamente los periodos de vacaciones y que se realicen cálculos correctos sobre las progresiones en sus niveles profesionales. Además, reclaman la incorporación de personal cualificado para las funciones de conducción y supervisión, con el objetivo de reducir la carga laboral de los demás empleados y proporcionarles los equipos y materiales necesarios que les protejan de las altas temperaturas.
Asimismo, los empleados consideran fundamental contar con uniformes que respeten su dignidad e imagen, incluyendo chubasqueros para resguardarse de la lluvia, asegurando así un entorno laboral más respetuoso y humano.
Si Aena continúa ignorando sus demandas, el sindicato ha advertido que intensificará las movilizaciones y podría implementar acciones que busquen "paralizar" el funcionamiento de Son Sant Joan. “Si no nos escuchan... ¡Habrá huelga en el aeropuerto!”, advirtió el sindicato en un video compartido en sus redes sociales, dejando claro que la lucha por sus derechos está lejos de terminar.
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