PALMA, 3 de febrero. La violenta serie de atracos que ha sacudido la zona de El Molinar ha llevado a la detención de un segundo implicado en estos hechos criminales. Este individuo, que se suma a un menor arrestado anteriormente, resulta ser un delincuente reincidente, ya con un serio historial delictivo que incluye cuatro atracos a mano armada y hasta once robos con fuerza, lo que refleja una preocupante escalada de la criminalidad en la región.

Según un comunicado emitido este lunes por la Jefatura Superior de Baleares, el detenido es un hombre de 39 años. A este se le vinculan no solo los robos en los locales de entretenimiento en Palma, de los cuales se le imputa además 11 robos con forcejeo, sino también múltiples delitos que abarcan desde la desobediencia a reclamaciones judiciales pendientes. Su historial delictivo pone de manifiesto una falta de reinserción en la sociedad, lo que plantea serias interrogantes sobre la efectividad de los mecanismos de rehabilitación y vigilancia de los delincuentes en la isla.

Este hombre operaba junto a otros cómplices en la realización de sus robos. En uno de los incidentes más recientes, un menor que lo acompañaba fue apresado tras una dramática persecución policial que tuvo lugar hasta Santa Ponça el pasado 28 de enero, después de que ambos perpetraran su cuarto robo en un establecimiento del Molinar.

Con base en la investigación del Grupo de Atracos de la Policía Nacional, se estima que estos delincuentes son responsables de una serie de robos violentos que afectaron a tres locales de juego en Palma durante la madrugada de los días 23, 24 y 26 de enero, un asunto que había generado inquietud tanto entre los ciudadanos como entre los propietarios de negocios en la zona.

El primer robo se registró el 23 de enero a las 02:30 horas en el barrio de Arxiduc, donde dos hombres, con sus rostros cubiertos, ingresaron al local. Uno de ellos, armado con una pistola, amenazó a un trabajador, exigiendo el dinero en una escalofriante muestra de violencia.

Las amenazas fueron explícitas: "No os mováis, no os vamos a hacer daño si nos dais el dinero", dijeron, antes de huir con el dinero de la caja. Al día siguiente, en un local del barrio de Son Forteza, se produjo un robo similar, esta vez con tres hombres involucrados, reafirmando la determinación criminal del grupo.

Un tercer asalto ocurría el 26 de enero en la calle Aragón, que replicó las condiciones de los robos anteriores, lo que llevó a los investigadores a establecer que estos incidentes eran orquestados por el mismo grupo de infractores. La labor policial fue meticulosa y se recopilaron pruebas que confirmaron la implicación de los mismos individuos en los robos llevados a cabo.

Mientras la investigación avanzaba, los delincuentes volvieron a actuar, concretando su cuarto robo violento en el Molinar el 28 de enero. Esta vez, tras perpetrar el asalto, se dieron a la fuga en un vehículo, lo que desató una intensa persecución policial que cruzó varias calles y alcanzó velocidades alarmantes, poniendo en riesgo tanto la seguridad pública como la de los agentes involucrados.

Tras una prolongada cacería, los tres individuos del vehículo abandonaron el automóvil y escaparon a pie en Calvià, aunque la acción de la policía no tardó en rendir frutos, logrando arrestar a uno de ellos: un menor que fue puesto a disposición del Grupo de Atracos para gestionar su situación legal.

El coche utilizado para huir había sido reportado como robado en Pollença el pasado noviembre, y dentro de él, la policía encontró una pistola simulada que se supuso había sido utilizada en los robos, junto con otros objetos, lo que hizo aún más evidente la conexión entre estos crímenes. Las investigaciones revelaron que el principal sospechoso, el hombre de 39 años, ya contaba con antecedentes y una reclamación judicial pendiente desde septiembre de 2024, debido a su falta de reingreso tras un permiso penitenciario.

Finalmente, en un operativo que reunió a varios cuerpos de seguridad, el departamento de policía logró capturarlo el domingo alrededor de las 02:30 horas en Palma, siendo identificado como el presunto autor de varios robos violentos, así como de desobediencia grave frente a la autoridad judicial.

Simultáneamente, el Grupo de Robos también había estado tras la pista de otros asaltos en distintas propiedades. Se identificó al mismo individuo como sospechoso de múltiples robos con fuerza en viviendas en diversos barrios, lo que eleva el total de robos imputados a este caso a 11, comprometiendo la seguridad de numerosas comunidades y poniendo de manifiesto la necesidad urgente de respuestas efectivas ante este aumento delictivo.