PALMA, 13 de junio.

Las alarmas han sonado en el Govern de las Islas Baleares tras el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que sugiere que "la red de corrupción y crimen organizado vinculada al PSOE podría tener ramificaciones mucho más amplias" en la región.

El portavoz del Ejecutivo, Antoni Costa, expresó esta preocupación en una conferencia de prensa posterior al Consell de Govern, enfatizando que "esto es solo el principio". Se plantearon dudas sobre la existencia de otros contratos, además del polémico acuerdo de 3,7 millones de euros en relación al 'caso Mascarillas', que podrían involucrar a empresas que operan en Baleares.

En este contexto, Costa calificó la situación de "extremadamente grave" y exigió respuestas de Francina Armengol, presidenta del Congreso y ex líder balear, tras las afirmaciones de Víctor de Aldama sobre una reunión con ella.

El portavoz subrayó que resulta "esencial" para la ciudadanía que Baleares no sea señalada como el epicentro de esta supuesta trama de corrupción, particularmente en lo que respecta a la adquisición de mascarillas. Además, cuestionó: "¿Qué tan lejos se permitió abrir las puertas del Govern y su presupuesto?"