El pasado 28 de marzo, la Guardia Civil llevó a cabo una operación significativa en Mallorca, denominada Orada/Swiper, en la que se arrestó a cuatro personas implicadas en un grupo delictivo presuntamente especializado en robos en viviendas de la isla.

El último arrestado, identificado como el encargado de transformar y fabricar nuevas joyas, fue hallado en posesión de más de 1.000 piezas de oro con un valor estimado de 500.000 euros, tras un registro en su hogar. Este individuo, procedente del este de Europa, es sospechoso de redistribuir los objetos robados, modificándolos para su venta en el mercado negro.

Inicialmente, la operación llevó a la detención de tres cómplices que habrían participado en al menos 16 robos en diversas localidades de Mallorca. La Guardia Civil ha señalado que este cuarto arresto se produjo el pasado miércoles y se enmarca dentro de investigaciones más amplias sobre redes criminales en la región.

Los investigadores lograron rastrear el rastro de los objetos sustraídos, algunos de los cuales fueron vendidos a un individuo que posteriormente fue identificado y vigilado. Las investigaciones revelaron su conexión con organizaciones delictivas enfocadas en robos en viviendas, lo que facilitó su captura.

Durante un registro autorizado por un juez, además del significativo hallazgo de oro, se encontraron más de 10.000 euros en efectivo, relojes de lujo, herramientas para analizar metales preciosos y detectores de metales, lo que corroboró la actividad delictiva del detenido.

En su residencia, se descubrió una habitación que funcionaba como un taller clandestino, donde el arrestado llevaba a cabo la manipulación y fundición de joyas robadas, empleando sopletes y bombonas de butano. Según la Guardia Civil, esta actividad representaba un peligro inminente para la seguridad del vecindario, ya que el uso de materiales inflamables podría haber causado explosiones devastadoras.

Frente a estos cargos, el sospechoso fue arrestado por delitos de receptación, blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal, y se encuentra en manos de la justicia. La operación ha sido un paso importante en la lucha contra el crimen en la isla, y la Guardia Civil ya ha comenzado a analizar las joyas recuperadas, muchas de las cuales contienen información que puede ayudar a contactar a sus legítimos propietarios para la restitución de los bienes.