Un inquietante incidente ha tenido lugar en Manacor, donde un vecino ha sido arrestado tras amenazar a un trabajador de un bar con un cuchillo, en un acto que ilustra la creciente tensión entre los residentes y la vida social local.

PALMA, 19 Oct.

Según la información proporcionada por la Jefatura Superior de Policía de Baleares, los acontecimientos se desarrollaron en la madrugada del pasado lunes, cuando se recibió una alerta en el 091 sobre un hombre que estaba causando disturbios en un establecimiento de la zona.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron al empleado del bar que narró cómo un vecino había entrado al local armado con un cuchillo, usándolo como medio de intimidación al amenazarlo con arrancarle los ojos si no cerraba la terraza.

No solo eso, el mismo individuo continuó generando caos al empuñar un palo de madera y amenazar a otros clientes que se encontraban en el local, lo que rápidamente desató el pánico entre los presentes.

Una vez identificaron al posible agresor, los policías se trasladaron a su vivienda para interrogarlo. El hombre, que finalmente reconoció haber hecho las amenazas, intentó justificar su comportamiento alegando que era un acto sensato causado por las molestias derivadas del ruido que provenía de la terraza del bar. Tras su declaración, entregó tanto el cuchillo como el palo a las autoridades.

Un testigo corroboró la versión del trabajador, y se reveló que esta no era la primera vez que surgían conflictos entre el sospechoso y el empleado. La víctima reveló que había optado por no denunciar previamente por temor a represalias, destacando que el vecino había manifestado su intención de "arruinarle la vida" si no se controlaba el ruido, incluso arrojando agua a los clientes en ocasiones anteriores.

Debido a la gravedad de los hechos, el hombre fue detenido bajo la acusación de amenazas graves, un recordatorio aleccionador sobre las tensiones que pueden surgir en comunidades con espacios compartidos y la necesidad de abordar estos conflictos de manera constructiva.