Yihadista detenido en Mallorca se someterá a tratamiento psiquiátrico tras aceptar sentencia de 1 año y 8 meses.
PALMA, 5 Oct. - La Audiencia Nacional ha condenado a un yihadista detenido en Mallorca a un año y ocho meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, pero la pena será sustituida por su ingreso en un centro psiquiátrico debido a una eximente incompleta de enfermedad mental.
El acusado ha aceptado la pena propuesta por la Fiscalía y ha admitido ser autor de los delitos de enaltecimiento del terrorismo. Según la sentencia, este individuo llevaba a cabo una intensa actividad en las redes sociales, como Facebook y Tiktok, donde operaba con diez perfiles distintos difundiendo propaganda de grupos terroristas y participando en la llamada 'yihad mediática'.
Este sujeto difundía vídeos grabados en primera persona, hablando en español, en los que promovía ideas subversivas hacia las autoridades y el sistema democrático, además de incitar a cometer actos violentos en nombre de la yihad e instar a otros a llevarlos a cabo.
La sentencia recoge frases como "Yo soy un sicario de Alláh, si hace falta cortar el cuello lo corto", "¿A qué esperáis a matar a esos perros?", "A ver cuándo empezáis a mutilar a esos hijos de puta y ponerlo en directo", y "No hace falta ni coger metralletas ni nada, sino a cuchillo a cuchillo".
Los magistrados destacan cómo el condenado hacía hincapié en la importancia de hacer públicos actos de extrema crueldad para provocar terror en la población. También expresaba que no tenía miedo a nada y que quería morir por Alláh, impulsando la necesidad de llevar a cabo la yihad y "purificar" a los infieles. Además, compartió vídeos producidos por Daesh.
En su último vídeo, emitido tres días antes de su detención, el condenado jactaba de estar en Mallorca mientras lanzaba más consignas violentas: "Yo quiero que me veáis, yo no me escondo, yo estoy en Palma de Mallorca, he encontrado un cuchillito, lo voy a meter debajo de la almohada, tendréis que venir un comando".
Según la sentencia, el acusado padece esquizofrenia residual, pero esto no le impide conocer el significado de las actividades que realiza, aunque no llegue a comprender "la total consecuencia de las mismas".
Por lo tanto, la pena de cárcel será reemplazada por su ingreso en un centro psiquiátrico para recibir tratamiento, por un tiempo que no excederá el impuesto en prisión. Además, también se le impone una multa de 540 euros y tres años de libertad vigilada. La sentencia es firme.
El hombre fue arrestado el 9 de marzo en Campos. La operación fue llevada a cabo por la Comisaría General de Información (CGI) y las Brigadas Provinciales de Información de Palma y San Sebastián, bajo la dirección del Juzgado. Aunque el individuo tiene nacionalidad española, no contaba con una residencia fija en España y había sido detectado en diversas provincias durante los últimos años, gestionando sus perfiles delictivos en redes sociales desde su dispositivo móvil.
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