En un impactante caso que ha conmocionado a la comunidad de Palma, la Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de tres personas, dos hombres y una mujer, acusadas de múltiples delitos en relación con una menor de edad, quien es familiar de los arrestados. Se les imputa haber forzado a la joven a realizar una grabación destinada a absolver a sus dos parientes, que previamente habían sido condenados por abusos sexuales.

Según la información proporcionada por la Policía, la investigación se inició tras una denuncia presentada por la propia menor, en la que relataba haber sido objeto de coacciones y haber estado expuesta a intentos de inducción al abandono. Las autoridades judiciales, en colaboración con el Ministerio Fiscal, decidieron tomar cartas en el asunto, lo que llevó a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) a profundizar en los hechos.

Las detenciones se concretaron tras esclarecer que los dos hombres estaban vulnerando una orden de alejamiento que les prohibía cualquier tipo de comunicación con la menor. Por su parte, la mujer fue arrestada por inducir al abandono de la menor y por ejercer coacciones que afectaron gravemente su bienestar emocional.

La trama se complica al realizar un análisis del contexto: los dos hombres detenidos habían sido condenados años atrás por abusos sexuales hacia la misma menor. La sentencia incluyó no solo años de prisión, sino también la prohibición de acercarse o comunicarse con ella, una restricción que claramente fue ignorada.

Durante la investigación, se descubrió que uno de los hombres había establecido un contacto directo con la menor y que también se comunicaba a través de la tía de la víctima. Además, los agentes pudieron observar a ambos hombres merodeando cerca del centro donde la menor estaba acogida, lo que pone de manifiesto una clara violación de la ley y una intención deliberada de intimidar a la menor.

La situación se tornó cada vez más angustiante para la joven, quien fue objeto de presión constante. En un intento por manipular su percepción, la mujer del grupo familiar instó a la menor a que mintiera sobre su situación en el centro de acogida, sugiriéndole que expresara su deseo de estar con su familia y, de manera inaceptable, incluso le propuso fugarse.

Finalmente, la menor, abrumada por el acoso y las amenazas, accedió a grabar un mensaje en el que desmentía lo que había declarado sobre los abusos, un acto que representa la cruda realidad del coerción y la manipulación a la que fue sometida.

Las acciones de los tres familiares fueron investigadas a fondo, lo que culminó con su detención el pasado 8 de noviembre. Actualmente, se encuentran a disposición judicial, y las investigaciones siguen su curso para esclarecer completamente los hechos y asegurar la protección de la menor.

Además de estas detenciones, los investigadores también han requerido la declaración de una mujer cercana a la familia, a quien se le imputan coacciones por presuntamente haber instado a la menor a desmentir los abusos, intensificando así un ciclo de presión y manipulación que es inaceptable en cualquier contexto.