En Palma, un agente del Grupo de Actuación Preventiva (GAP) de la Policía Local ha testificado en el juicio del caso Playa de Palma, donde se investigan presuntos sobornos de un empresario del ocio a un subinspector.

Durante su declaración, el agente reveló que tuvo un enfrentamiento con el subinspector acusado, quien le instó a decirle al fiscal que no existía ninguna mafia. El agente se defendió diciendo que nunca había participado en prácticas ilegales, como visitar prostíbulos.

En la cuarta sesión del macrojuicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, el empresario Miguel Pascual, nueve policías y un funcionario municipal se enfrentan a penas que suman 50 años por delitos de prevaricación administrativa y cohecho, tras ser acusados de favorecer los negocios del empresario a cambio de servicios sexuales y trato preferente.

Los testigos que comparecieron en el juicio este viernes eran agentes que formaron parte del GAP y la Patrulla Verde. Todos coincidieron en haber escuchado "rumores" sobre compañeros que acudían gratuitamente a locales de ocio, pero ninguno confirmó haber presenciado directamente estas prácticas.

Uno de los agentes relató cómo él y un compañero fueron invitados a un local de Pascual tras tomar algo allí, mientras que otro mencionó que un policía acusado solía pedir bebidas dentro de prostíbulos cuando salían juntos.