El empresario Bartolomé Sbert ha afirmado en el juicio del caso Cursach que, a raíz de las filtraciones a la prensa, fue tratado como un terrorista y vivió los peores diez meses de su vida en prisión. Según sus declaraciones, fue torturado, pasó 72 horas en un calabozo sin luz y tuvo que orinar en un rincón de la celda.
En la sesión de hoy, Sbert también denunció las amenazas de prisión que recibió de los investigadores para implicar al ex político José María Rodríguez. Según afirmó, uno de los agentes de la Policía Nacional le dijo: "O me das a Rodríguez o te comerás cinco meses". No tenía nada que decir sobre Rodríguez, solo tenían una relación a través de su experiencia y cargos políticos y empresariales, afirmó.
El empresario recordó que fue calificado como un preso especialmente peligroso debido a las informaciones aparecidas en los medios de comunicación y que los funcionarios de prisiones no sabían cómo tratarle, ya que nunca había habido un etarra preso en la isla. Según afirmó, fue clasificado como FIES 2, al igual que los etarras, debido a las filtraciones de un periodista de Diario de Mallorca, lo que hizo que pasara los peores diez meses de su vida en prisión.
El juicio contra los investigadores del caso Cursach, incluido el exjuez Manuel Penalva y el exfiscal Miguel Ángel Subirán, continúa este miércoles con más testimonios. Además, también están en el banquillo miembros del Cuerpo Nacional de Policía del Grupo de Blanqueo de Capitales, como el entonces Inspector Jefe José Luis García Reguera, el subinspector Miguel Ángel Blanco, la subinspectora Blanca Ruiz y el policía Iván Bandera. La Fiscalía ha solicitado penas de prisión de 118 y 121 años para Penalva y Subirán, respectivamente.