En una rueda de prensa celebrada este miércoles, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural ha anunciado que Mallorca ha sido declarada zona afectada por la lengua azul debido a la confirmación de la enfermedad en cinco explotaciones ganaderas de ovino en las zonas de Deià y Fornalutx, con un trágico saldo de 22 animales muertos.

El conseller Joan Simonet ha informado que además hay tres explotaciones con casos sospechosos en la misma área, los cuales están a la espera de confirmación. Esta nueva variante del serotipo 8 es más agresiva y letal que la anterior epidemia de lengua azul que afectó a Baleares entre 2021 y 2023.

Simonet ha hecho un llamado a la responsabilidad y cooperación de todos los implicados en el sector ganadero para controlar la transmisión de la enfermedad, ya que actualmente no hay vacunas disponibles y la inmunización del ganado no comenzará hasta finales de año.

Las medidas de control están establecidas por la Unión Europea y se sigue un estricto protocolo que ha sido activado desde que se tuvo noticia de los primeros casos sospechosos a finales de agosto. Se ha creado un comité de crisis en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para abordar la situación.

A pesar de la alarma, las autoridades han asegurado que la lengua azul no representa una amenaza para la salud pública, ya que se transmite a través de mosquitos y afecta exclusivamente a rumiantes. Se espera que se confirmen más casos a medida que la enfermedad se propague por la región.

El director general de Agricultura ha destacado la rápida propagación de esta nueva variante en Cataluña en los últimos meses y ha explicado que su llegada a las Islas probablemente se deba a los vientos de la DANA que afectaron la región. Las autoridades ya están trabajando en coordinación con diversas instituciones para abordar la crisis.

El Govern ha contactado con empresas farmacéuticas para adquirir la vacuna necesaria para hacer frente a la enfermedad, y se están implementando medidas de prevención como la desinfección y control de movimiento del ganado para evitar una mayor propagación.