La derecha del Parlament, liderada por el PP, en complicidad con Vox, ha logrado aprobar una modificación a la ley de protección animal que permitirá que los menores puedan asistir a corridas de toros acompañados por un adulto. Esta medida, que fue aprobada con 33 votos a favor y 25 en contra, ha generado duras críticas por parte de la izquierda en la cámara.

La diputada del PSIB Irantzu Fernández ha denunciado que el Govern ha sacrificado el bienestar y la salud mental de los menores a cambio de garantizar el apoyo de Vox a los Presupuestos autonómicos. A su vez, ha expresado su preocupación por futuros acuerdos que podrían afectar a diferentes aspectos de la sociedad balear.

Por su parte, la diputada de MÉS per Mallorca Marta Carrió ha arremetido contra el PP, acusándolos de actuar de manera contradictoria al apoyar un pacto con Vox que va en contra de los derechos de la infancia, a pesar de haber firmado previamente un acuerdo con Unicef en defensa de los mismos.

En este mismo sentido se ha manifestado la portavoz de Unidas Podemos, Cristina Gómez, quien ha destacado la incoherencia de permitir la presencia de menores en espectáculos que puedan herir su sensibilidad.

Desde Vox, el diputado Sergio Rodríguez ha defendido la tauromaquia como parte del patrimonio cultural español y ha criticado a la izquierda por querer limitar el acceso de los menores a esta manifestación artística. Además, ha rechazado los argumentos éticos de la oposición, sugiriendo que estos se encuentran envueltos en polémicas internas.

En respuesta, la diputada del PP Cristina Gil ha resaltado las contribuciones culturales de la tauromaquia y ha defendido la capacidad de los menores para participar activamente en la toma de decisiones, incluyendo la elección de asistir a corridas de toros. Gil ha insistido en que la desaparición de la tauromaquia sería una pérdida para el patrimonio ecológico, económico y cultural del país.