Este martes, el Parlament ha iniciado su sesión en un ambiente cargado de tensiones, ya que no hubo acuerdo para llevar a cabo un minuto de silencio. La bancada de la izquierda se levantó en señal de protesta, manteniéndose en absoluto silencio, mientras que el portavoz adjunto de Vox, Sergio Rodríguez, generaba ruido al golpear su mesa con un bolígrafo. Este acto de desobediencia marcó el tono del inicio de la jornada.
La falta de consenso se hizo evidente cuando el Partido Popular presentó dos solicitudes de minuto de silencio, en un contexto donde las palabras "genocidio" y "polémica" aún resuenan. En un acto simbólico, la diputada del PSIB, Malena Riudavets, tomó los primeros sesenta segundos de su intervención para guardar silencio, creando un momento significativo que resonó con fuerza en la bancada de la izquierda, que se mantuvo de pie en gesto de unidad y protesta.
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