PALMA, 26 de junio. La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, a través de su Servicio de Control y Calidad Agroalimentaria, ha llevado a cabo una importante intervención en el puerto de Palma, donde se han confiscado alrededor de 180 kilos de productos cárnicos, incluyendo carnes de cerdo, oveja y vaca, que provenían de la Península.

Durante la inspección, se detectó que muchos de estos productos no se mantenían a la temperatura adecuada, excediendo los límites establecidos por la normativa vigente. Además, se encontraron partidas de carne que carecían de etiquetas y otras cuyos lotes no estaban debidamente identificados, según lo documentado por la Conselleria en un comunicado oficial.

Joan Llabrés, director general de Calidad Agroalimentaria, destacó que esta actuación es parte de los controles habituales que realiza el Gobierno, los cuales incluyen la supervisión de productos que ingresan a las islas, tanto de origen nacional como internacional.

“Estas infracciones no solo son una amenaza para la salud del consumidor, sino que también afectan la competitividad de los productores locales”, subrayó Llabrés, enfatizando que uno de los objetivos fundamentales de estas inspecciones es combatir la competencia desleal que enfrentan los operadores agroalimentarios de Baleares.

Además, el director general indicó que una de las solicitudes más frecuentes del sector es un control más riguroso sobre los productos que llegan de afuera. Asimismo, aseguró que se continuarán llevando a cabo campañas de vigilancia para garantizar que se respeten las normas de comercialización, reafirmando que es vital para proteger los intereses de los productores locales y de los consumidores.

Es importante señalar que el incumplimiento de las normativas puede acarrear sanciones administrativas significativas. En el caso de infracciones graves, las multas pueden variar entre 3.000 y 15.000 euros, e incluso multiplicarse hasta cinco veces el valor del producto en cuestión.