La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural se encuentra en espera de documentos cruciales por parte de la granja avícola de Llucmajor, la cual ha sido denunciada ante la Fiscalía por presuntos actos de maltrato animal. Esta información es fundamental para que el organismo pueda implementar las medidas necesarias para proteger a los animales involucrados.

La granja tiene un plazo de 24 horas para presentar la documentación solicitada, la cual complementará los informes obtenidos el pasado martes por parte de inspectores de la Conselleria y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, quienes realizaron un exhaustivo registro de las instalaciones.

Con los datos recopilados, se elaborará un informe que servirá de base para que el conseller Joan Simonet y su equipo tomen decisiones sobre cómo proceder. Simonet ha indicado que, una vez que los técnicos finalicen el análisis de la información, el Govern actuará en consecuencia para asegurar el bienestar de los animales y la seguridad alimentaria, implementando las medidas adecuadas.

A pesar de la gravedad de la situación, el conseller se mostró cauteloso respecto a la posibilidad de cerrar la explotación avícola. De hecho, los representantes de la granja han afirmado que han reanudado sus operaciones con normalidad esta mañana.

En un comunicado oficial, la Conselleria destacó que los inspectores y agentes del Seprona estuvieron presentes en las instalaciones de la explotación avícola de Ses Cisternetes, en Llucmajor, durante aproximadamente ocho horas, desde las 10:00 hasta las 18:00. Este registro minucioso tiene como objetivo verificar si las seis naves que albergan gallinas cumplen con los estándares de sanidad y bienestar animal establecidos por la normativa vigente.

La alarma sobre esta situación se encendió el martes, cuando las organizaciones Arde y Satya Animal hicieron público un informe que revela condiciones inhumanas, con gallinas conviviendo en condiciones severas, rodeadas de cadáveres de otros animales, ratas y desechos extremos.

Los grupos defensores de los animales han interpuesto una denuncia formal ante la Fiscalía de Medioambiente de Baleares, acusando a los responsables de la granja de maltrato animal y estafa. Cabe recordar que en octubre pasado, la Conselleria ya había denunciado a la granja por un posible delito medioambiental, aunque dicho caso fue archivado en febrero de este año.