En Palma, el 1 de mayo ha sido testigo de las movilizaciones convocadas por los sindicatos, que han destacado la preocupación por los altos precios de la vivienda, los bajos salarios, las excesivas cargas laborales y, sobre todo, la reducción de la jornada laboral.

Las manifestaciones comenzaron al mediodía desde diferentes puntos de partida en las tres islas de Baleares, siendo en Ibiza una concentración en lugar de una marcha.

Los participantes en las protestas han hecho sonar consignas como "un salario digno, no es un privilegio" o "ni una muerte más, terrorismo patronal", dejando en claro sus demandas.

El secretario general de CCOO en Baleares, José Luis García, ha expresado su crítica hacia la "parálisis" laboral y económica que se vive en 2024, señalando la falta de medidas para aprovechar el momento económico de las islas.

Por otro lado, la presidenta de la gestora de UGT en Baleares, Amparo Burgueño, ha destacado que este día marca un punto de inflexión y que es necesario abordar una segunda fase de la reforma laboral, dado que aunque existen empleos y contratos indefinidos, persiste la sobrecarga laboral y la necesidad de aumentar los salarios para adaptarlos al nivel de vida en Baleares.

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