El municipio de Calvià rendirá homenaje el próximo miércoles a los guardias civiles Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada, quienes fueron víctimas del terrorismo de ETA en Palmanova el 30 de julio de 2009. Este tributo conmemora el 16º aniversario del trágico atentado que culminó en sus muertes.

La ceremonia tendrá lugar en la calle Diego Salvá Lezaun, comenzando a las 08:30 horas con una emotiva ofrenda floral. Posteriormente, a las 09:00 horas, se celebrará el acto central en el que intervendrá el alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual, para recordar la valentía y el sacrificio de los agentes.

Se espera la presencia de destacadas figuras institucionales, incluyendo a la presidenta del Govern, Marga Prohens; el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne; y el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, entre otros. También asistirán familiares de Diego Salvá, así como representantes de la sociedad civil y cuerpos de seguridad del Estado.

El atentado ocurrió el 30 de julio de 2009, cuando una bomba lapa fue colocada debajo de un vehículo patrulla de la Guardia Civil en Palmanova, en un acto que se cobró la vida de Salvá y Sáenz de Tejada. Lamentablemente, este ataque fue el segundo en menos de un día, ya que ETA había perpetrado un ataque con una furgoneta bomba en Burgos un día antes.

La explosión, que tuvo lugar a las 13:50 horas, dejó a la comunidad en estado de shock. Como respuesta inmediata, las autoridades activaron una serie de medidas de seguridad que incluyeron el cierre del aeropuerto de Palma y los puertos de las Islas, en un esfuerzo por garantizar que los responsables no escaparan.

En el transcurso de la operación, se localizó una segunda bomba lapa sujeta a otro vehículo, la cual fue desactivada de forma controlada por el equipo de artificieros del Gedex. Este descubrimiento apuntó a que los terroristas probablemente habían abandonado la isla antes de la detonación mortal que acabó con las vidas de los dos guardias civiles.

Carlos Sáenz de Tejada, de 28 años y oriundo de Burgos, y Diego Salvá Lezaun, de 27 años, natural de Pamplona pero residente en Palma desde hace tiempo, se convirtieron en las últimas víctimas mortales de ETA en España. Cabe destacar que Diego acababa de regresar de una baja médica debido a un grave accidente de tráfico justo antes del atentado.

Hasta aquel fatídico julio de 2009, ETA nunca había logrado causar muertes en Baleares, a pesar de haber intentado atacar al Rey en dos ocasiones previas. El aniversario de su asesinato es ahora un recordatorio del impacto del terrorismo en la sociedad y la necesidad de seguir buscando justicia y paz.