En una serie de eventos que subrayan la continua crisis migratoria en el Mediterráneo, la Delegación del Gobierno de Baleares ha reportado la llegada reciente de tres embarcaciones de migrantes, con un total de 43 personas a bordo en busca de un futuro mejor.

En la madrugada de este lunes, a las 02:25 horas, un grupo de 17 migrantes de origen magrebí fue rescatado al sur de Formentera. Estas personas se encontraban en aparente buen estado de salud, lo que, aunque positivo, no disminuye la seriedad de la situación que enfrentan al arriesgar sus vidas en el mar.

Posteriormente, a las 02:45 horas, otras 10 personas, también de origen magrebí, fueron interceptadas en la popular playa d'En Bossa, situada en Sant Josep de Sa Talaia, Ibiza. Nuevamente, se constató que estas personas estaban en condiciones de salud aceptables, reflejando la temeridad de su travesía.

El domingo, a la hora del atardecer, alrededor de las 19:00 horas, las autoridades también detuvieron a un grupo de 16 migrantes en la área de Ca Marí, en Formentera. Este grupo, al igual que los anteriores, era de origen magrebí y se encontraba en condiciones físicas adecuadas tras su arribo.

Con la arribada de estas nuevas pateras, el número total de migrantes interceptados desde el pasado sábado se eleva a 112, evidenciando no solo la necesidad de una respuesta humanitaria más efectiva, sino también la urgencia de políticas que aborden las raíces del desplazamiento forzado en la región.