FORMENTERA, 1 de diciembre. La llegada de migrantes a la tranquila isla de Formentera ha suscitado la atención de la comunidad local y más allá, tras un fin de semana en el que 48 personas han desembarcado en sus costas.

De acuerdo con información proporcionada por la Delegación del Gobierno, el último operativo se llevó a cabo el domingo a las 12.50 horas, cuando el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil, junto a Salvamento Marítimo, interceptó una embarcación tipo patera con 16 individuos a bordo, todos de origen magrebí y en aparente buen estado de salud. Este hallazgo se produjo a una milla náutica al sureste de la menor de las islas Pitiusas.

Es crucial señalar que esta no fue la única intervención del día. A las 11.00 horas de la misma jornada, la colaboración entre la Guardia Civil y la Policía Local de Formentera permitió la localización de 15 personas más, nuevamente de origen magrebí, que se encontraban en condiciones similares en la zona de Es Caló.

El panorama del sábado tampoco fue menos notable, ya que a las 22.45 horas, las autoridades detectaron a 17 migrantes de origen magrebí en la zona de Can Marroig, quienes, al igual que los otros grupos, no presentaban problemas de salud, revelando así la valentía y la lucha de aquellos que buscan un nuevo hogar en Europa.

Estos eventos dejan al descubierto la compleja realidad de la migración en la región, una cuestión que merece atención y que refleja historias de esperanza y resiliencia. La llegada continua de migrantes a las pequeñas islas como Formentera plantea también interrogantes sobre las políticas de acogida y los esfuerzos de solidaridad que las comunidades pueden ofrecer.