PALMA, 22 Sep.

El jurado popular ha emitido su veredicto en el caso del anciano que disparó y mató a uno de los ladrones que asaltaron su casa en Porreres en febrero de 2018. Por mayoría, cinco votos a favor y cuatro en contra, el jurado ha declarado al acusado culpable.

Además, el jurado ha propuesto al Gobierno el indulto total o parcial de la pena que corresponda al acusado. Ocho votos a favor y uno en contra respaldan esta decisión.

La Fiscalía inicialmente pedía cuatro años de prisión para el anciano, pero en la séptima sesión del juicio, modificaron su petición y alegaron que el acusado actuó en legítima defensa y con temor vencible. Para los tres ladrones, la fiscalía pedía penas que suman 16 años de cárcel.

El juicio con Tribunal del Jurado se llevó a cabo en la Audiencia Provincial de Baleares desde el 11 de septiembre hasta este martes, cuando se presentaron las últimas declaraciones de los acusados.

El anciano declaró que ha sufrido mucho y que su vida cambió para siempre después de que los ladrones entraran a su casa. Expresó que nunca pensó que se vería en la situación en la que tuvo que defenderse.

El hermano del fallecido pidió disculpas al anciano, reconociendo que él también tuvo responsabilidad en los hechos. Afirmó que desde el primer día quería decir la verdad y que no fue el único culpable.

Uno de los acusados de planear el robo aseguró que nunca ofreció armas y que compró los elementos utilizados en el robo porque el hermano del fallecido lo obligó. Negó haber participado en ningún seguimiento y afirmó que solo intentaba proteger a su compañero.

En cuanto a la responsabilidad civil, el anciano será indemnizado con 32.000 euros por las lesiones sufridas y los tres asaltantes deberán pagarle 15.000 euros por el dinero robado, descontando la suma de 2.500 euros que se recuperó.

La acusación particular de la familia del ladrón fallecido también modificó sus conclusiones y solicitó una pena de diez años de prisión para el anciano, en lugar de 15 años.

Los hechos ocurrieron en febrero de 2018 en Porreres durante un robo. La Guardia Civil declaró que el hermano del ladrón fallecido se entregó desconsolado y afirmó que sus cómplices lo habían dejado solo. Aunque el paradero del dinero robado nunca se descubrió, su confesión ayudó a esclarecer el caso.

El abogado del anciano argumentó que su cliente actuó en legítima defensa, preguntándose cómo podía un hombre de 78 años repeler un ataque de dos jóvenes encapuchados.

En cuanto al disparo que causó la muerte de uno de los ladrones, el anciano insistió en que no quería disparar, pero que ante la agresividad de los ladrones se vio obligado a hacerlo. Uno de los acusados negó que ellos se abalanzaran sobre el anciano antes de que él disparara, y que solo forcejearon después.

Peritos y un médico forense testificaron que la distancia entre el anciano y el ladrón fallecido al momento del disparo estaba entre 1,5 y 2 metros, descartando que fuera a corta distancia.