La Audiencia Provincial de Baleares comenzará hoy el juicio a una mujer de 46 años por provocar un incendio en una vivienda en Port de Pollença (Mallorca), donde había otras personas durmiendo. Este caso ha tardado diez años en llegar a juicio desde que el incidente tuvo lugar en junio de 2013.

Según la Fiscalía, la acusada prendió fuego a una cortina y a mobiliario de una habitación del sótano de la vivienda, que aunque era su residencia, pertenecía a otra persona. El fuego se propagó rápidamente a las demás habitaciones y la acusada huyó sin advertir a las demás personas que se encontraban en la casa.

Una mujer de 62 años fue quien se despertó debido al calor y se percató de que la casa estaba en llamas. Les avisó a gritos al resto de los ocupantes, que incluían a un hombre de 65 años, su nieto de 12 años y otra persona que no estaba en el lugar en ese momento. Todos ellos tuvieron que subir al tejado y ser rescatados por la Guardia Civil, ya que el humo les impedía bajar.

Los bomberos lograron extinguir el fuego, pero el sótano de la vivienda quedó completamente calcinado y el mobiliario convertido en cenizas. Los daños, en conjunto, se estiman en 5.700 euros. Afortunadamente, los ocupantes no sufrieron lesiones y han renunciado a tomar acciones legales.

La propietaria de la vivienda requirió tratamiento farmacológico debido a la ansiedad generada por el incidente. La Fiscalía reclama una indemnización de 5.000 euros para ella por los daños morales y el coste de los materiales.

La mujer responsable del incendio fue arrestada el mismo día y se le retiró el pasaporte por orden del juzgado. Ahora, finalmente, enfrenta una pena de 15 años de prisión por sus acciones.