PALMA, 4 de diciembre.

El pasado jueves, Vicenç Vidal, diputado de Sumar MÉS, junto a Neus Truyol, portavoz de MÉS per Palma, hicieron un llamado de atención respecto a los planes para construir una planta de tratamiento de residuos líquidos peligrosos en las inmediaciones del histórico castillo de San Carlos. Ambos denunciaron que este proyecto podría amenazar seriamente el patrimonio cultural de la ciudad, criticando a los representantes del Partido Popular por priorizar intereses industriales sobre la protección de la herencia histórica.

Durante una conferencia de prensa, Vidal expresó su profunda preocupación por la propuesta de establecer esta planta en un área de máxima protección, advirtiendo que su ejecución tendría un "impacto ambiental significativo". Ante esta situación, el diputado anunció su intención de solicitar la intervención estatal, argumentando que las autoridades de Baleares no están cumpliendo con su deber de resguardar el patrimonio local.

Neus Truyol, por su parte, amplió la crítica al señalar que la Autoridad Portuaria y el Govern están intentando transformar el área en una zona industrial. Destacó que el proyecto implica la instalación de materiales inflamables justo al lado de un Bien de Interés Cultural como lo es el castillo de San Carlos. A su juicio, existen localizaciones en Mallorca mucho más idóneas para el tratamiento de residuos, lo que hace aún más cuestionable la elección de este lugar.

El proyecto en cuestión contempla una planta con aproximadamente 3.400 metros cuadrados y un volumen de 21.000 metros cúbicos, lo que conllevaría la presencia de enormes depósitos y un considerable impacto visual en la zona. Se estima que podría procesar hasta 5.000 litros de residuos por hora, lo que provocaría un continuo tráfico de camiones en la región.

Truyol enfatizó que este proyecto se situaría en el único sector del puerto que aún alberga un pequeño bosque litoral, lo que lo convierte, a su juicio, en "inadmisible". La portavoz insistió en que tan solo contemplar esta obra es un error, subrayando que tanto Palma como Mallorca no pueden soportar un impacto social y ambiental de esta magnitud.

Asimismo, denunció la falta de transparencia por parte del Partido Popular en relación a esta iniciativa, asegurando que no ha habido una comunicación pública adecuada y que, hasta que la oposición reveló el proyecto, todo se había manejado bajo la consigna del secretismo. Truyol resaltó que "Palma y su puerto merecen respeto", y agregó que, si el Govern y el Ayuntamiento no actúan en favor de la comunidad, habrá que tomar medidas desde otras instancias administrativas superiores.

En una línea similar, Vidal también mencionó que el Consell de Menorca está poniendo en riesgo su patrimonio con la reciente construcción de una rotonda entre es Rafal y Rubí, en la carretera principal de la isla. Recordó que en el pasado se planteó una alternativa con menor impacto ambiental, pero que el actual gobierno insular ha decidido retomar el proyecto original, el cual es conocido por su agresividad en términos medioambientales.