La huelga indefinida del transporte interurbano de Baleares (TIB) sigue su curso este jueves, luego de que anoche fracasaran nuevamente las negociaciones en el Tribunal de Arbitraje y Mediación (Tamib), tras una intensa jornada de más de ocho horas de diálogo.

El sindicato SATI ha expresado su frustración al tener que revisar "cada detalle del preacuerdo" en lo que se suponía debía ser una simple firma. Según afirman, la patronal comenzó a "fragmentarse" y a alejarse del pacto, lo que condujo a la ruptura de las conversaciones y obligó a los representantes sindicales a abandonar la mesa.

Los trabajadores subrayan que la actitud de los empresarios es irresponsable, ya que ignoran el impacto de sus decisiones, dejando a miles de usuarios varados a diario en las paradas. Critican que unas pocas entidades de la Península están "explotando" el sistema, mientras ofrecen un servicio de baja calidad.

En este contexto, los sindicalistas plantean que es el momento de que las autoridades consideren la posibilidad de internalizar el servicio, evitando que "empresarios de este tipo" tengan la responsabilidad de gestionar un bien público tan esencial como el transporte de Baleares.

El SATI reafirma su determinación de no rendirse y mantiene firme el documento que presentaron en la negociación del miércoles. "Instamos a la presidenta del Govern, Marga Prohens, a que, si realmente se preocupa por los ciudadanos de Baleares, actúe en lugar de mirar hacia otro lado", concluyen los representantes del sindicato.