Las recientes decisiones del Gobierno de Estados Unidos en materia de aranceles han suscitado una fuerte reacción en el archipiélago balear, donde las autoridades locales han calificado estas medidas como parte de una estrategia económica "injustificada y perjudicial". El Ejecutivo autonómico, encabezado por el portavoz Antoni Costa, ha manifestado su compromiso de desarrollar un plan de acción para mitigar los efectos adversos que estas políticas pueden acarrear, especialmente en el sector turístico.

En una conferencia de prensa tras el Consell de Govern de este viernes, Costa detalló que la próxima semana se llevará a cabo una reunión con los diferentes actores y sectores involucrados para abordar esta problemática de manera conjunta. Aunque el Gobierno aportará sus propuestas, Costa enfatizó la importancia de escuchar a los representantes del sector para entender sus necesidades y preocupaciones.

El portavoz también hizo hincapié en la necesidad de una actuación coordinada, no solo a nivel autonómico, sino también con el Gobierno central y otras comunidades, para contrarrestar los efectos perjudiciales de estas políticas económicas impuestas por la administración de Donald Trump. En este sentido, hizo un llamado al Ejecutivo nacional para que tome las riendas y oriente los esfuerzos de manera unificada con el fin de encontrar soluciones adecuadas.

A pesar de que Costa sostiene que el impacto directo de los aranceles en las Islas Baleares será relativamente limitado, advierte que hay un riesgo considerable de que el turismo se vea afectado si las economías de los países emisores se estancan. Este argumento subraya la interconexión que existe entre las políticas económicas globales y el bienestar local.

Por último, al ser cuestionado sobre la postura del partido Vox respecto a los aranceles, el portavoz del Govern dejó claro que su principal preocupación radica en las consecuencias que estas medidas tendrán sobre la economía regional, más que en las opiniones de otros partidos políticos.