PALMA, 11 de junio.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha hecho sonar la alarma al anunciar que el verano en Baleares se perfila como un periodo de calor extremo y escasez de lluvias, lo que conlleva un aumento en el riesgo de olas de calor, noches tropicales y episodios continuos de altas temperaturas.

Las previsiones indican que las temperaturas superarán los niveles normales y que las precipitaciones quedarán por debajo del estándar registrado entre 1991 y 2020, dejando entrever un verano marcado por el descalabro climático.

El verano arrancará oficialmente el 21 de junio y se extenderá hasta el 22 de septiembre. Durante estos 93 días, la delegada de Aemet en Baleares, María José Guerrero, ha señalado que se espera que la media de temperaturas sobrepase los 24°C, con un aumento del riesgo de calor extremo entre mediados de julio y agosto, momentos críticos para los valores térmicos anuales.

En términos de precipitaciones, se anticipa que entre julio y septiembre la región podría registrar menos de los 89 litros por metro cuadrado que son habituales en esos meses, augurando un panorama seco y problemático.

Se prevé que las lluvias sean efímeras y localizadas, y podrían presentarse en forma de tormentas secas con barro o, hacia finales de agosto, lluvias intensas acompañadas de vientos fuertes, fenómenos como trombas marinas o incluso tornados. Estas proyecciones reflejan la preocupante tendencia al alza en las temperaturas, un claro indicativo del impacto del cambio climático.