PALMA, 4 de julio. En un nuevo capítulo de la crisis migratoria en España, Baleares se prepara para recibir a 49 menores no acompañados que llegan desde Canarias como parte de un plan de redistribución. Esta medida ha sido objeto de debate y protesta, cuestionando la capacidad de la comunidad autónoma para asumir esta carga adicional.

A pesar de ser una de las regiones con menor asignación de menores migrantes, según datos proporcionados por el Ministerio de Juventud a Europa Press, las autoridades de Baleares no ven con buenos ojos esta medida. Ellos argumentan que los recursos y servicios destinados a la atención de estos jóvenes ya están al límite, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad de esta acogida.

El Govern de las Islas Baleares ha expresado su firme oposición a esta decisión y ha señalado que lucharán hasta el último recurso legal para evitar lo que consideran una imposición insostenible. La situación resalta la necesidad de un enfoque más colaborativo y sensato por parte del gobierno central, teniendo en cuenta las realidades que enfrentan las comunidades autónomas en la atención de menores migrantes.