IBIZA, 19 de junio. En un preocupante desarrollo, la Policía Nacional ha efectuado la detención de un joven menor de edad en Formentera, como parte de un operativo relacionado con la tenencia y tráfico de pornografía infantil.

La unidad policial emitió un comunicado donde se detalló que la acción se derivó de un informe de la Unidad Central de Ciberdelincuencia que alertó sobre la descarga y distribución de material pornográfico infantil a través de un usuario detectado en la isla.

Este caso forma parte de una investigación nacional que se había iniciado meses atrás, destinada a identificar el uso de diversas aplicaciones móviles que facilitan el intercambio de contenido pornográfico. En este contexto, el Grupo UFAM de Ibiza colaboró en la localización del individuo, quien resultó ser un adolescente que, utilizando una aplicación específica, estaba descargando y compartiendo un considerable volumen de archivos de pornografía infantil.

Las indagaciones de los agentes de la UFAM les llevaron hasta la residencia del joven en Formentera. Después de concluir sus gestiones y tras obtener la autorización judicial necesaria, se ejecutó un mandamiento de entrada y registro en su domicilio, procediendo a la detención del menor por su implicación en un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil, así como en la corrupción de menores.

Durante el registro, se confiscó material informático utilizado por el menor, así como su teléfono personal, con el fin de extraer y analizar su contenido mediante los peritos de la Policía Científica.

La Policía ha enfatizado que, bajo la legislación española, no hay distinciones en la naturaleza del material que se considera pornografía infantil. Cualquier representación de un menor participando en conductas sexuales o que contenga elementos sexualmente explícitos está incluida en esta categoría, independientemente de que se trate de imágenes reales o generadas artificialmente.

En caso de que alguien se tope accidentalmente con archivos de contenido pedófilo, es crucial eliminarlo de inmediato y notificar a la Policía sobre el lugar de la descarga, ya que la posesión de dicho material es considerada un delito grave.

Finalmente, se hace un llamado a los padres de adolescentes que utilizan teléfonos móviles a practicar un control activo y preventivo sobre su actividad en redes sociales y aplicaciones, ya que las plataformas digitales siguen siendo un terreno propenso para la explotación de menores en este tipo de delitos.