En una reciente intervención, el conseller de Educación y Universidades de Baleares, Antoni Vera, ha abordado el tema de la polémica prohibición del uso de teléfonos móviles en las aulas, una medida que ha sido impugnada legalmente por Escola Católica. Vera enfatizó que tal normativa debería aplicarse de manera uniforme a todos los centros educativos que reciben financiación pública.
Durante su visita a Inca, donde firmó un acuerdo para el funcionamiento del nuevo Museu de l'Educació, el conseller habló con los medios para aclarar su postura. Destacó su compromiso con el derecho de la comunidad educativa a acudir a los tribunales, aunque aseveró que la regulación fue el resultado de un proceso de consenso involucrando a todas las partes interesadas y que ya se implementa en varias regiones de España.
Vera subrayó que la creación de esta normativa se llevó a cabo en colaboración con mesas de educación y gracias a un proceso de exposición pública que permitió la participación de numerosos actores de la comunidad escolar. “La intención siempre fue alcanzar un consenso”, aseguró, subrayando la importancia de la inclusión de las aportaciones del Consell Escolar.
El conseller insistió en que la medida de restricción no está dirigida contra ningún grupo en particular, sino que busca establecer un marco igualitario para todos los centros educativos, tanto públicos como concertados. “La normativa no debe variar en función de la naturaleza del centro, debe ser consistente”, agregó Vera.
Referente a la objeción planteada por Escola Católica, que sugiere que dicho reglamento debería aplicarse solo si no existen normas internas en los colegios concertados, Vera fue claro: “Mantenemos que las reglas deben ser las mismas para todos. Esa es nuestra postura firme en este asunto”, concluyó.
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