PALMA, 10 Oct.
La magistrada que anuló el juicio a Pau Rigo, el anciano de Porreres que mató a un ladrón durante un asalto a su casa, ha acordado permitir a las partes recurrir esa decisión, lo que les abre la puerta a poner el asunto en manos del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).
En un giro inesperado, la juez ha aceptado un recurso presentado por la defensa, liderada ahora por el letrado Jaime Campaner. Esto modifica el auto del pasado 4 de octubre, permitiendo que sea recurrible, según han informado fuentes judiciales.
La magistrada reconoce que, como planteaba la defensa, la ley de enjuiciamiento criminal dispone que los "errores materiales manifiestos y los aritméticos" en los que incurran las resoluciones deben poder ser rectificados. El abogado argumentó que esto violaba el derecho de Rigo a la tutela judicial efectiva.
Este nuevo desarrollo permitirá a la defensa presentar un recurso de apelación en busca de la absolución, evitando así la repetición del juicio.
El abogado de Rigo presentó un escrito a finales de septiembre solicitando la absolución de su cliente. Se apoya en el hecho de que el Jurado descartó, de manera unánime, que Rigo hubiera disparado con la intención de causar la muerte al ladrón.
La confusión surgió porque, en una parte posterior del veredicto, la que no alcanzó la mayoría requerida por la Ley y que resultó en la anulación del juicio, se planteaba una proposición que podría haber servido, según la defensa, para describir una eximente incompleta.
En detalle, se trata de la afirmación sobre la culpabilidad de Rigo "estando sometido a una amenaza, real, seria e inminente que produjo una afectación grave de su entendimiento y una deficitaria dominación de su voluntad", que recibió cinco votos como probada y cuatro como no probada, pero se requerían siete votos.
En otras palabras, el Jurado, después de haber decidido por unanimidad la no culpabilidad de Rigo, no había alcanzado la mayoría necesaria para emitir un veredicto de culpabilidad sobre otro hecho desfavorable en el que se "rescataba" el homicidio pero acompañándolo de una eximente incompleta.
Por lo tanto, la defensa argumenta que el veredicto descartaba por completo la existencia de dolo, incluso eventual, y que la consecuencia lógica debe ser una sentencia absolutoria. La Fiscalía se opuso a esta absolución, abogando por la nulidad que posteriormente se decretó.
Los hechos que se juzgaron ocurrieron en febrero de 2018 en una casa de campo en Porreres. En el banquillo se encontraban Pau Rigo, un hombre de 83 años acusado de homicidio por la muerte del ladrón; y Fredy Escobar, Marcos Rotger y José Antonio Sánchez, acusados de planear y llevar a cabo el robo.
Durante la ejecución del robo por parte de Escobar y su hermano gemelo, Rigo, que entonces tenía 78 años, cogió una escopeta de caza y disparó al último, causándole la muerte. La Fiscalía pedía una pena de cuatro años para el jubilado, mientras que la madre del ladrón fallecido solicitaba hasta 15 años por asesinato.
Es importante mencionar que el anciano ya había sido víctima de otro robo unos meses antes. Rotger y Sánchez fueron condenados por haber planeado también ese robo. Durante el juicio, Rigo expresó el miedo que sintió: "Me entró el pánico, me vi que me mataban". Insistió en que "no quería disparar", pero que los ladrones, lejos de amedrentarse al ver la escopeta, se le echaron encima.
En el veredicto anulado, el jurado también se mostró a favor del indulto para Rigo y declaró culpables al resto de los acusados.