La Conselleria de Educación y Universidades en Baleares ha tomado la iniciativa de enviar directrices a los colegios públicos y concertados sobre el uso de teléfonos móviles, como parte de un proceso previo a la orden que regulará su uso en los centros educativos. Esta orden, que está en proceso de tramitación, será de obligado cumplimiento y contempla la posibilidad de que los docentes puedan retirar los dispositivos de los estudiantes.
En esta fase inicial, la documentación enviada a los centros públicos consiste en instrucciones, mientras que para los colegios concertados se trata de recomendaciones. Sin embargo, el contenido de ambos documentos es el mismo y sigue las mismas directrices que se establecerán en la orden una vez sea aprobada.
Es importante destacar que una orden debe ser cumplida por todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos, a pesar de que el proceso de tramitación pueda llevar más tiempo. La Conselleria ha optado por esta fórmula para asegurar la implementación efectiva de las medidas, incluso antes de su aprobación definitiva.
Cuando la orden que regulará el uso de teléfonos móviles en los centros escolares entre en vigor, será obligatorio cumplirla. Mientras tanto, los centros cuentan con una serie de recomendaciones e instrucciones que reflejan lo que establecerá la orden en su totalidad.
En las directrices se especifica que los alumnos de educación infantil y primaria no podrán utilizar sus teléfonos móviles durante la jornada escolar, los recreos y las actividades extracurriculares. En el caso de la educación secundaria y postobligatoria, el uso del teléfono estará limitado a momentos específicos con fines educativos establecidos en el proyecto del centro.
Se han previsto excepciones para casos médicos justificados, y se insta al personal docente a limitar su uso del teléfono móvil durante las clases. Asimismo, se recomienda que los profesores eviten utilizar sus dispositivos con fines personales o lúdicos durante las sesiones educativas, a menos que haya circunstancias familiares o personales que lo requieran.
En términos de medidas disciplinarias, las directrices contemplan la posibilidad de que los docentes retiren los dispositivos de los alumnos, previa solicitud de apagar el teléfono por parte del estudiante. El aparato será guardado en el despacho de un miembro del equipo directivo hasta su devolución al final del día lectivo, preferiblemente a los representantes legales del alumno.
Además, se establece que las comunicaciones entre el profesorado y el alumnado deben limitarse al ámbito educativo y evitar el uso de aplicaciones de mensajería instantánea. Las familias no están obligadas a autorizar al centro para comunicarse con los menores a través de correo electrónico o mensajes de texto.
El año pasado, la Conselleria presentó un borrador sobre el uso de teléfonos móviles en las escuelas de Baleares a las mesas correspondientes, recopilando propuestas de diversas entidades. Algunas de estas propuestas han sido incorporadas a las recomendaciones y directrices enviadas a los centros educativos para el inicio del curso 2024/2025, y también estarán presentes en la orden final.
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