En Palma, el viernes 24 de mayo se llevó a cabo un juicio en la Audiencia Provincial de Baleares, donde un hombre ha negado rotundamente haber agredido sexualmente de manera continua a la hija de su pareja cuando la niña tenía entre 8 y 16 años.

La Fiscalía ha solicitado una condena de 15 años de prisión para el acusado, así como una orden de alejamiento de 22 años y una compensación económica de 30.000 euros, por unos acontecimientos ocurridos aproximadamente entre los años 2011 y 2019.

De acuerdo con la acusación presentada, a lo largo de ese periodo, el hombre se aprovechaba de las ocasiones en las que se quedaban solos en casa para cometer los abusos sexuales.

En su defensa, el acusado ha desestimado la versión de la víctima. Ha argumentado que su relación con la hija de su pareja era "normal" en aquel entonces y que en ningún momento la tocó de forma inapropiada.

La víctima, que era menor de edad en el momento de los hechos, ha detallado que el acusado le realizaba tocamientos en repetidas ocasiones a lo largo de esos ocho años, llegando incluso a perpetrar una violación. La joven ha explicado que guardó silencio por miedo, ya que el acusado la amenazó en caso de que contara lo sucedido a su madre.

Por otro lado, la madre de la joven ha revelado que su hija no le había informado de nada y que se enteró de lo sucedido cuando la joven decidió denunciar al acusado. También ha señalado que su expareja mostraba una obsesión muy marcada por su hija y que no permitía que la niña tuviera acceso a un teléfono móvil o redes sociales. "Cuando me lo contaron, quedé en estado de shock", expresó la madre.

En el transcurso del juicio, uno de los hermanos mayores de la joven, quien convivió con el acusado y su madre durante algunos años, ha manifestado haber presenciado situaciones en las que el acusado tenía conductas inadecuadas con su hermana. "No me parecían normales, pero tampoco pensé en algo más", afirmó el hermano.