PALMA, 15 de noviembre. La Obra Cultural Balear (OCB) ha lanzado una ambiciosa propuesta compuesta por más de cincuenta medidas destinadas a contrarrestar los efectos adversos que, según su perspectiva, el turismo de masas ha tenido sobre la lengua catalana en las Islas Baleares.
Este conjunto de iniciativas se enmarca dentro de la mesa cultural del Pacto Social y Político por la Sostenibilidad Económica, Social y Ambiental de Baleares. Su objetivo es "neutralizar, o al menos mitigar", las "consecuencias perjudiciales" que un modelo económico centrado en el turismo de masas ha traído para la lengua y la cultura del archipiélago, como se detalla en un comunicado emitido por la OCB.
Las propuestas del OCB se centran, principalmente, en promover la presencia del catalán en el ámbito turístico y de servicios, al tiempo que se busca garantizar que las personas recién llegadas se integren adecuadamente en la lengua y cultura propias de Baleares.
Entre las sugerencias más relevantes, la OCB ha abogado por incrementar la inversión en políticas de normalización lingüística. Por ejemplo, proponen destinar un 5% del Impuesto del Turismo Sostenible a financiar proyectos específicos que promuevan el uso del catalán. Además, la OCB sugiere que entidades comprometidas con la defensa de la lengua catalana sean incluidas en la Comisión de Fomento del Turismo Sostenible.
Asimismo, la OCB ha presentado un Plan de actuación urgente enfocado en aquellas áreas donde la presión turística es más intensa y donde la presencia del catalán se ha vuelto "residual", como es el caso de Calvià, Palma e Ibiza. Esta estrategia busca revitalizar la lengua a través de una "intervención integral" que logre revertir los impactos negativos provocados por el modelo turístico en estas regiones.
La entidad propone, además, normalizar el paisaje lingüístico de Baleares y dar visibilidad a la lengua catalana. Para ello, insta a las instituciones y a los entes públicos a comunicar la realidad lingüística de Baleares en el ámbito internacional mediante campañas constantes en aeropuertos, puertos, transporte público y establecimientos turísticos, entre otros puntos. El propósito final es asegurar que el catalán esté presente en toda la oferta de servicios turísticos.
Un aspecto crucial del documento que ha presentado la OCB gira en torno a las regulaciones sobre el uso del catalán en el comercio y la gastronomía. En este sentido, se busca asegurar la presencia de esta lengua en los establecimientos de restauración a través de una rotulación visible, en las cartas, pizarras o menús.
La OCB también hace hincapié en la necesidad de que el personal de los establecimientos turísticos cuente con el conocimiento y la formación adecuados en lengua catalana, necesitando así un mínimo de competencias lingüísticas para ofrecer un servicio adecuado.
Además, la propuesta subraya la urgencia de implementar políticas de integración lingüística dirigidas a la población recién llegada. Entre las medidas más destacadas se encuentran la evaluación de necesidades para ofrecer formación lingüística básica, la provisión de servicios de traducción o mediación en contextos educativos y médicos, así como bonificaciones fiscales para aquellas empresas que faciliten el aprendizaje del catalán durante el horario laboral o que implementen planes de integración.
En el ámbito cultural, la OCB insiste en la importancia de poner en valor el patrimonio cultural como elemento diferenciador en el sector turístico y fortalecer las instituciones públicas culturales. También demandan acceso gratuito y formativo a actividades relacionadas con la cultura y la lengua catalana, especialmente dirigidas a todos los residentes y, en particular, a los recién llegados.
Antoni Llabrés, presidente de la OCB, ha afirmado que "la presión del turismo de masas y sus consecuencias directas han afectado de manera alarmante la vitalidad de la lengua catalana en Baleares". En este sentido, Llabrés ha hecho un llamado urgente a las instituciones públicas para que adopten estas medidas de implementación inmediata, con el propósito de mitigar sus efectos nocivos.
Asimismo, ha resaltado que el incremento poblacional que han experimentado las Baleares en las últimas décadas, así como los récords de visitantes, han ocasionado lo que él considera un "descalabro demográfico" que, sin políticas de integración efectivas, pone en riesgo que el catalán siga siendo la lengua de cohesión en el archipiélago, a menos que se revierta esta situación.
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