En un emotivo regreso, los 27 miembros de la flotilla Global Sumud aterrizaron la noche del lunes en diversas ciudades españolas, incluyendo Madrid, Bilbao y Barcelona, después de ser deportados por las autoridades israelíes.

Entre los que llegaron al aeropuerto de Madrid se encontraban Lucía Muñoz y Alejandra Martínez, representantes de Podemos Baleares, quienes hicieron un llamado urgente a las autoridades españolas para facilitar el regreso de Reyes Rigo, una activista originaria de Mallorca que aún se encuentra en Israel tras ser acusada de agredir a un funcionario durante un examen médico.

A su llegada, Martínez expresó su preocupación por la situación de Rigo, destacando que fue retirada de su habitación con gran violencia y que se desconoce su paradero. "Es la única entre nosotros que no ha podido regresar. Exigimos al Gobierno que haga todo lo posible por traerla de vuelta", afirmó con un tono firme.

Por su parte, Muñoz aprovechó la ocasión para reconocer el valioso apoyo de los movimientos sociales en esta misión, que tenía como propósito “romper con un bloqueo que consideramos criminal” impuesto por Israel en Gaza durante más de 17 años, y para crear un corredor humanitario.

Aunque se mostró agradecida por el apoyo recibido, también lamentó que la misión no lograra su objetivo completo. “Una vez más, Israel ha desafiado al derecho internacional, secuestrándonos y encarcelándonos durante cinco días”, manifestó, dejando entrever su indignación por la situación.

Los activistas que lograron regresar fueron recibidos por sus seres queridos en los aeropuertos, donde la ministra de Sanidad, Mónica García, y otros políticos de Más Madrid se unieron a la celebración en Barajas, donde el vuelo militar que trajo a los deportados aterrizó poco después de las 11 de la noche.

En Barcelona, una docena de integrantes también volvió a casa en un vuelo comercial, recibiendo en la terminal a figuras políticas locales como la diputada de las CUP, Pilar Castillejo, junto a otros activistas, quienes fueron acogidos calurosamente por el público presente.

Además, en Bilbao, otros cuatro miembros de la flotilla completaron el grupo de regreso a España. En total, 49 personas españolas formaron parte de la delegación, de las cuales un primer grupo había llegado el domingo. Se confirmó que, salvo algún contratiempo, el resto había logrado volver sin problemas, excepto Rigo, quien deberá comparecer ante la policía esta semana debido a las acusaciones pendientes en su contra.

Las reacciones en las redes sociales y entre los movimientos pro derechos humanos no se hicieron esperar, destacando el sentido de solidaridad y la necesidad de seguir luchando contra la deshumanización y el bloqueo en Gaza, mientras la comunidad internacional observa con atención la situación.