En un giro inesperado, el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, ha pedido disculpas por su controvertida actitud durante el pleno del pasado martes. En un momento de arrebato, arrancó una foto de Aurora Picronell, lo que desató una oleada de críticas y peticiones de dimisión por parte de la oposición.

Este jueves, Le Senne ha expresado públicamente su arrepentimiento y ha reconocido que se dejó llevar por la ira: "Me enfadé e hice lo que no debía", ha admitido. A pesar de las presiones para que renuncie a su cargo, el presidente ha afirmado que no tiene intención de dimitir, ya que cuenta con el respaldo de la mayoría de la Cámara, tal como lo tuvo al ser elegido.

En un intento por calmar la polémica, Le Senne ha asegurado que no tiene ningún sentimiento de odio hacia ninguna víctima y que nunca fue su intención faltar el respeto. Asimismo, ha criticado la reacción de los grupos de la oposición, a los que acusa de "exagerar mucho" al abandonar el pleno en señal de protesta y unirse a una concentración que exigía su renuncia.