En la jornada del 21 de noviembre, se han publicado alarmantes datos sobre la situación del acceso al alquiler en distintas localidades de España, destacando especialmente dos regiones de las Islas Baleares que inmersas en una crisis habitacional requieren a sus ciudadanos un esfuerzo económico desmesurado. Santa Eulària en Ibiza y Calvià en Mallorca son ejemplos paradigmáticos, ya que los residentes de estas áreas deben destinar un asombroso 74% y 71% de sus ingresos respectivos para poder costear un hogar.

Estas cifras, obtenidas del portal inmobiliario idealista, evidencian la creciente dificultad que enfrentan las familias locales en su lucha por encontrar un lugar donde vivir dignamente. Sin embargo, el caso más extremo se encuentra en Benahavís, una localidad de Málaga, donde el esfuerzo económico necesario para acceder al alquiler alcanza alarmantes niveles. Allí, las familias deben destinar un increíble 90% de sus ingresos anuales, lo que plantea serias preocupaciones sobre la viabilidad de este modelo habitacional y la presión que ejerce sobre la calidad de vida de sus habitantes.

Por el contrario, no todos los municipios de Baleares presentan una carga tan elevada. Llucmajor destaca como una excepción, siendo el lugar donde la exigencia para alquilar una vivienda es más razonable, ya que se requiere únicamente el 46% de los ingresos familiares. Esta situación resalta la urgencia de abordar la crisis de la vivienda en las zonas más afectadas y de implementar políticas que garanticen el derecho a un hogar asequible para todos.